Hildamar Chávez | LA PRENSA de Lara.- Con gas lacrimógeno fueron reprimidos cientos de manifestantes mientras acompañaban a los familiares que llevaban los ataúd de las víctimas de Senkata, en El Alto, tras el operativo policial y militar del pasado martes.
Tras la opresión por parte de los organismos de seguridad bolivianos en la planta de hidrocarburos en El Alto, ocho personas perdieron la vida ? reconocidos por la Defensoría del Pueblo – por arma de fuego, mientras otras miles se movilizaron hacia La Paz.& ;
«Justicia, justicia, justicia» era el grito de todos los manifestantes que recorrían las calles de la capital boliviana acompañando el traslado de los fallecidos.
Sin embargo, cuando se dirigían a la Plaza Murillo, situada frente al Palacio de gobierno, tanquetas de la policía impidieron el paso de los manifestantes.& ;
Al encontrarse con la barrera de policías armados con escudos antimotines, las personas comenzaron a gritar «asesinos» mientras que otros arrojaban objetos a los funcionarios.& ;
Fue tan solo unos minutos después de que los manifestantes comenzaran a gritar «¡Queremos paz!» cuando los oficiales comenzaron a disparar gases lacrimógenos para dispersar a la multitud.& ;
Con información de RT& ;