Un total de 300 libros de la biblioteca personal del escritor colombiano Gabriel García Márquez que permanecían desde hacía años en París fueron donados al Instituto Cervantes de la capital francesa, informó un comunicado este jueves.
Gonzalo García Bacha, hijo del autor de Cien años de soledad hizo entrega de los libros en un acto en el Instituto, en presencia del embajador colombiano, Alfonso Prada, y del director del Instituto Cervantes, Luis García Montero.
La donación comprende ejemplares de libros de Mario Vargas llosa, Roberto Bolaño, Álvaro Mutis o Juan Rulfo, explicó el comunicado del Instituto Cervantes en París. La colección será preservada en una sección especial de la biblioteca Octavio Paz del centro parisino.
“Nos parecía una lástima perder estos libros que vivieron en un lugar ligeramente conspirativo, pero sobre todo de gran alegría. Allí aprendimos que la cultura no es los grandes teatros, ni los grandes cines, ni las grandes ceremonias, sino algo que se vive en la sobremesa de la casa”, declaró Gonzalo García Bacha.
Gabriel García Márquez encontró en París un refugio y una inspiración en momentos clave de su vida y carrera. Llegó a la capital francesa en 1955 como corresponsal de prensa, enfrentándose a enormes desafíos económicos que superó gracias al apoyo de amigos. Sin embargo, estas dificultades no frenaron su creatividad. Por el contrario, sentaron las bases para la escritura de dos de sus primeras novelas: El coronel no tiene quien le escriba (1961) y La mala hora (1962). Este periodo de carencias materiales, pero de riqueza creativa, consolidó su relación con la ciudad y marcó un antes y un después en su trayectoria como narrador.
Aunque García Márquez dejó París en 1958, regresó en numerosas ocasiones, forjando un vínculo especial con la ciudad. Este apego no solo fue personal, sino también cultural, evidenciado en su conexión con instituciones que promueven la literatura en español. Este contexto refuerza el simbolismo de la reciente incorporación de sus libros al Instituto Cervantes de París.
En un acto que celebra tanto su obra como su relación con la ciudad, una colección significativa de libros del autor ha sido donada al Instituto Cervantes. Entre los volúmenes se encuentran traducciones y ediciones clásicas de sus obras más icónicas. La biblioteca Octavio Paz, sede de esta colección, se consolida como un espacio esencial para la conservación y el estudio del legado literario de García Márquez, así como de la literatura hispanoamericana en general.
Estos libros estarán disponibles para investigadores, estudiantes y amantes de la literatura, prolongando la influencia de Gabriel García Márquez en las letras universales. Su incorporación no solo refuerza la importancia del Instituto Cervantes como promotor del español, sino que también mantiene viva la conexión entre París y el escritor colombiano.
La relación de García Márquez con París es mucho más que una anécdota biográfica. Es un testimonio de cómo los lugares pueden convertirse en fuentes de transformación creativa y en escenarios simbólicos que perduran en la memoria cultural. Este acto de donación es un recordatorio del impacto continuo de su obra, una obra que trasciende fronteras y sigue enriqueciendo a generaciones de lectores.
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