EFE | LA PRENSA DE LARA.- Las autoridades de Panamá señalaron que la crisis migratoria por la selva del Darién, la frontera natural con Colombia usada diariamente por miles de migrantes, algunos de ellos víctimas de tráfico ilícito, «no es cuestión de un muro», una sugerencia presuntamente planteada por Estados Unidos.
«No es cuestión de un muro, se trata de delitos transnacionales que nos afectan a todos». Así lo dijo a los periodistas la directora de la Oficina contra la Trata de Personas del Ministerio de Seguridad Pública de Panamá (Minseg), Dayra Campos, en el marco de la tercera reunión de la Coalición Regional Contra la Trata de Personas y el Tráfico Ilícito de Migrantes, celebrada el jueves de esta semana en Panamá.
El presidente de Colombia, Gustavo Petro, dijo el pasado domingo en Nueva York, donde asistió a la 78ª Asamblea General de las Naciones Unidas, que «los poderes políticos de este país (EE.UU.) nos han pedido que tapemos el tapón, como si eso fuera fácil; que construyamos una especie de muro para que no pase la gente hacia los EE.UU.», algo que el Gobierno estadounidense ha desmentido.
En lo que va de año, más de 385.000 personas, la mayoría venezolanos, han cruzado por el Darién en su camino hacia EE.UU. y Canadá. Esta cifra sin precedentes ha provocado una crisis migratoria regional y desbordado tanto a los organismos humanitarios como a las autoridades panameñas que les atienden.
En su tránsito por esa selva, los migrantes se enfrentan a peligros naturales como crecidas de ríos, precipicios resbaladizos, pero también bandas criminales -el tráfico de migrantes está liderado por el Clan del Golfo en el lado colombiano- y ataques y violaciones por parte de bandas.
«Es una problemática de todos»
Campos apuntó que «más que falta de colaboración (entre países) tenemos que reflexionar que es una problemática de todos y que la solución no está en un país de manera individual», la solución a la crisis «va a venir de estos trabajos articulados que van a permitir combatir un flagelo transnacional».
Por su parte, la presidenta de la Coalición Regional contra la Trata de Personas y el Tráfico Ilícito de Migrantes (Corett), Sandy Recinos, destacó que en esa reunión los países miembros «están trabajando lo que representa la trata de personas y el tráfico de migrantes ante los contextos de migración que está representando y el gran desafío que tiene Panamá».
Esa tercera reunión de la Coalición Regional Contra la Trata de Personas y el Tráfico Ilícito de Migrantes fue celebrada este jueves en Ciudad de Panamá, que actualmente presiden la secretaría técnica, con la participación de Costa Rica, República Dominicana, Belice, El Salvador, Guatemala , Honduras y México, según el Minseg.
Esa coalición es una iniciativa constituida en el año 2011 por 9 países (los presentes hoy más Nicaragua) para «realizar esfuerzos hacia la prevención, detección, derivación, persecución de ambos delitos y la atención integral a las víctimas de trata de personas y a las personas objeto de tráfico ilícito de migrantes», según su página web.
Información: EFE, , 23 sep.