EFE | LA PRENSA DE LARA.- El enviado especial de la ONU para Siria, Geir Pedersen, advirtió este martes sobre un repunte de la violencia en varias zonas de Siria, lo que a su juicio muestra que el conflicto armado está «muy lejos» de llegar a su fin.
«Lamentablemente, hemos visto una reciente escalada en muchas partes de Siria», dijo Pedersen ante los miembros del Consejo de Seguridad de la ONU, que hoy discutieron la situación en esa nación.
Tal y como ya hizo hace diez días, el diplomático noruego volvió a expresar su preocupación por el aumento de las hostilidades en el sur de ese país, especialmente en Deraa, donde bombardeos y enfrentamientos terrestres han causado un alto número de víctimas civiles y han dañado infraestructuras.
«En el suroeste, especialmente en la gobernación de Deraa, hemos visto importantes despliegues de tropas, fuertes bombardeos y enfrentamientos terrestres. Hemos visto víctimas civiles y desplazamientos, incluido un número significativo de mujeres y niños», dijo Pedersen, que redobló su llamado a un alto el fuego.
El presidente sirio, Bachar al Asad, comenzó en junio su asedio a Deraa al Balad, uno de los dos principales distritos de la capital regional y antiguo bastión de la insurgencia siria.
Su objetivo es presionar a los antiguos rebeldes del Ejército Libre Sirio para que entreguen sus armas y permitir la creación de puestos de control de las fuerzas gubernamentales.
Además, hizo hincapié en que las tensiones «se mantienen elevadas» en el noroeste del país, incluidas las provincias de Idleb, el norte de Latakia y Alepo, así como el oeste de Hama, donde se han intensificado los ataques aéreos y con artillería en los últimos meses, lo que ha causado decenas de víctimas civiles y «los desplazamientos más numerosos registrados desde marzo de 2020».
El tercer foco de violencia armada, según Pedersen, se localiza en las áreas nororientales de Raqqa y Al Hasaka, donde se enfrentan grupos no gubernamentales.
En su intervención, Pedersen insistió en que sigue trabajando para lograr una nueva ronda de negociaciones del Comité Constitucional, cuya última reunión se celebró sin avances el pasado enero.
El Comité Constitucional está formado por 150 miembros de la oposición, del gobierno y de la sociedad civil, con el fin de redactar una nueva Constitución para el país árabe.
«Hago un fuerte llamamiento a la flexibilidad sobre la base de mi propuesta de tender puentes para superar el estancamiento y convocar un nuevo período de sesiones lo antes posible», subrayó hoy Pedersen.
Para el enviado de la ONU, este estancamiento pone en evidencia «la falta de confianza y de voluntad política que han paralizado los esfuerzos por avanzar hacia una solución política».
Por su parte, el jefe de Humanitario de la ONU, Martin Griffiths, alertó de que «las hostilidades en curso, la crisis económica, la escasez de agua y la covid-19 están llevando las necesidades humanitarias de millones de personas ya vulnerables a los niveles más altos desde el inicio del conflicto».
Griffiths también urgió a un inmediato alto el fuego y al fin de la violencia «de manera inmediata y sin condiciones» con el fin «salvar vidas».