Al menos 18 instalaciones médicas en el Líbano han sido atacadas por Israel desde el 17 de septiembre, día de la explosión de miles de dispositivos en manos de Hizbulá y del inicio de un conflicto armado abierto en el primer país, denunció este viernes la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Se trata de ataques que la entidad sanitaria ha sido capaz de «verificar» y en los que murieron 72 personas y decenas fueron heridas, incluidos numerosos miembros del personal, señaló el portavoz Christian Lindmeier, a la prensa en Ginebra.
Desde el inicio hace un año de la guerra en Gaza, que repercutió en el Líbano con un conflicto de baja intensidad en el sur del país entre Israel y Hizbulá, los bombardeos israelíes han afectado un total de 34 recintos sanitarios, limitando el acceso a servicios esenciales, agregó el portavoz.
Precisó que algunos de los servicios afectados son los de traumatología (más importante que nunca en vista del alto número de heridos de guerra), de salud materno-infantil y de tratamiento para enfermedades crónicas, como el cáncer, así como la vacunación rutinaria.
Esta situación aumenta considerablemente el riesgo de propagación de enfermedades infecciosas, advirtió
Sobre la situación en el Líbano, el alto comisionado de la ONU para los derechos humanos, Volker Türk, dijo en Ginebra que las denuncias sobre ataques contra hospitales y otros centros sanitarios, ambulancias y colegios que recibe su entidad son constantes.
Insistió en que todas las partes de este conflicto tienen la obligación de proteger a los civiles de acuerdo a las normas internacionales humanitarias y recordó que toda aparente violación de estas reglas debe ser investigada y los responsables deben ser sancionados por sus actos.