AP | LA PRENSA DE LARA.- Justo cuando los líderes de América están a punto de iniciar una cumbre continental en Los Ángeles para abordar, entre otros temas, el creciente flujo migratorio, un nuevo grupo de migrantes salió caminando del sur de México con el fin de que los mandatarios del continente vuelvan los ojos hacia ellos.
La caravana está formada por entre 4.000 y 5.000 personas, la mayoría procedentes de Venezuela, pero también de países de Centroamérica y el Caribe.
Luis García Villagrán, del Centro de Dignificación Humana, un activista que acompañ;a al grupo, dijo que la intención es dejar claro a los presidentes americanos que «las mujeres y los niñ;os migrantes, las familias migrantes, no somos moneda de cambio de intereses ideológicos y políticos» y que «la frontera sur no es patio trasero de nadie».
Esta caravana es la mayor que se ha formado este añ;o pero en los meses pasados y también durante 2021 ha sido constante el goteo de grupos de distinto tamañ;o.
Algunos salieron el añ;o pasado de Honduras y fueron interceptados en Guatemala, pero la mayoría de los grupos partieron de Tapachula, la ciudad mexicana en la frontera guatemalteca donde no dejan de acumularse migrantes.
Aunque alguna de esas caravanas fue disuelta por la fuerza, en los últimos meses las autoridades mexicanas optaron por disolverlos ofreciéndoles autobuses y la posibilidad de regularizar su situación en otros estados para descongestionar el sur.
La mayoría de los varados en el sur de México se quejan de la lentitud de los trámites para solicitar refugio y de tener que pasar meses en una ciudad donde malviven y no tienen trabajo.
«No tenemos plata para esperar, teníamos que andar escondiéndonos por migración, había redadas, porque si nos agarran nos llevan presos», se quejó la nicaragüense Joselyn Ponce.
La Comisión Mexicana de Ayuda al Refugiado (COMAR), la entidad oficial que gestiona las peticiones, se encuentra desbordada. El añ;o pasado batió récords al recibir más de 130.000 solicitudes, el triple que en 2020 cuando apenas superaron las 40.000.
En lo que va de 2022, según sus cifras, ya se han recibido casi 50.000 solicitudes, un 20% más que el mismo periodo del añ;o pasado.
«(Llevamos) alrededor de dos meses esperando la visa y todavía nada entonces mejor comenzar a caminar en esta marcha», dijo el venezolano Rubén Medina, que viaja con 12 miembros de su familia y se dirige a Estados Unidos.
Aunque la salida de los migrantes en grupo siempre conlleva mucha atención de los medios, las caravanas representan a una minoría de las personas que cruzan México sin documentación, ya que la mayor parte utiliza las redes de traficantes.