AP | LA PRENSA DE LARA.- Bajo una amenazante banda sonora de sirenas antiaéreas y el estruendo de la artillería, los civiles huyen de pueblos y ciudades del este de Ucrania ante el avance de las fuerzas rusas.
Por las estrechas escaleras de los edificios de apartamentos, los voluntarios trasladan a los ancianos y a los enfermos en brazos, en camillas o en sillas de ruedas hasta los minibuses que los esperan para llevarlos al centro antes de subir a trenes de evacuación en otras ciudades.
«Los rusos están justo ahí, y se están acercando», dijo Mark Poppert, un voluntario estadounidense que trabaja con la ONG británica RefugEase, durante una evacuación en Bakhmut el viernes.
«Ahora mismo, Bakhmut es una zona de alto riesgo», agregó. «Estamos tratando de sacar a tanta gente como podamos en caso de que los ucranianos tengan que retroceder».
Él y otros voluntarios ucranianos y extranjeros que trabajan con la ONG local Vostok SOS, que coordina el operativo de evacuación, esperaban sacar a alrededor de un centenar de personas de Bakhmut el viernes, apuntó Poppert.
Unas pocas horas antes, en el extremo norte de la ciudad se escuchaba el rugido de la artillería y había columnas de humo negro. Bakhmut está en la región de Donetsk, en el este industrial de Ucrania. Junto a la vecina región de Luhansk, conforman el Donbás, donde los separatistas respaldados por Moscú controlan parte del territorio desde hace ocho añ;os.
El proceso de evacuación es minucioso, físicamente duro y plagado de emociones.
Muchos de los evacuados son ancianos, están enfermos o tienen graves problemas de movilidad, por lo que los voluntarios deben acomodarlos en camillas blandas y manejarse lentamente por los estrechos pasillos y escaleras de los edificios de apartamentos.
La mayoría de la población de Bakhmut ya ha huido: de los 85.000 residentes que tenía antes de la guerra, quedan apenas 30.000. Y cada día se van más.
Los combates se han recrudecido al norte de Bakhmut, mientras las fuerzas rusas redoblan sus esfuerzos para tomar Sieverodonetsk y Lysychansk, dos ciudades clave situadas a 50 kilómetros (30 millas) al noreste. Son las últimas zonas en manos ucranianas en Luhansk.
Al noroeste de Bakhmut, en Donetsk, los rebeldes respaldados por Rusia dijeron el viernes que tomaron la localidad de Lyman, un importante centro ferroviario próximo a las ciudades de Slovyansk y Kramatorsk, ambas todavía bajo el control de Kiev. El jueves, el humo que procedía de Lyman podía verse claramente desde Slovyansk.
Pero a pesar de los bombardeos, los misiles y el avance del ejército ruso, marcharse no es fácil.