Redacción | LA PRENSA de Lara.- Según un reportaje del medio colombiano El Tiempo, empresario barranquillero Álex Naím Saab sabía que tenía los días contados, esto luego de haber sido señalado como testaferro del presidente Nicolás Maduro e iniciara una intensa caería.
El portal de noticias que ha tenido la primicia de la detención, subraya que hace menos de dos semanas, en una corte de Manhattan, se descubrieron piezas procesales que confirmaron que Estados Unidos le estaba cerrando el cerco al colombiano, calificado como la piedra angular de una red corrupta del gobierno de Maduro, dedicada al lavado de activos y a mover oro y dólares hacia Irán y Turquía.
Asimismo, revelan que haciendo seguimiento a los movimientos de su flotilla de aviones a través de satélites, el FBI y la DEA planeaban dar el golpe.
Fue el viernes en horas de la tarde, cuando una de las aeronaves aterrizó en un aeropuerto de Cabo Verde (país insular de África).
Al arribar, autoridades de ese país fueron alertadas de que el empresario tenía circular azul de Interpol para su localización y una roja para su arresto internacional.
«Sabíamos que iba a reunirse con una comisión de Irán para liberar un barco con gasolina retenido en la isla. Estábamos esperando que cometiera un error y lo cometió«, dijo una fuente federal. Y agregó que la tripulación del avión (G5000, de matrícula T7JIS) no lo reportó como pasajero, pero los investigadores sabían que iba ahí.
Para ese momento, agentes federales ya estaban en la isla con el propósito de evitar que el colombiano se les fuera de las manos, como pasó con el general (r) Hugo ‘Pollo’ Carvajal cuando lo capturaron en Aruba (2014) y luego en España (2019).
La detención fue confirmada durante la mañana del sábado por Nicole Navas, portavoz del Departamento de Justicia.
Inicialmente, fuentes oficiales aseguran que el vuelo en el que llegó el barranquillero a Cabo Verde habría salido de Caracas, estaba cargando combustible en la isla y seguía para Rusia e Irán. Pero otra versión señala que venía de Teherán.
En ese momento, se inició una carrera contra el reloj para que Estados Unidos lo reclamara, a pesar de no tener tratado de extradición con Cabo Verde, una pequeña isla con autonomía (tras ser colonia de Portugal) pero con poca estabilidad política.
Sin embargo, en septiembre de 2019, Estados Unidos y Cabo Verde firmaron una carta de acuerdo bilateral en materia de apoyo de justicia penal, que haría viable su extradición. Si bien está centrada en temas de narcotráfico, también cobija lavado de dinero y crimen organizado. Por eso, el fiscal de Miami Michael Nadler gestiona su extradición y frena su posible expulsión a Caracas.
De manera paralela, en Venezuela empezaron a explorar la posibilidad de reclamarlo, alegando alguna función dentro del aparato productivo del oficialismo.
El sábado en la noche, el gobierno venezolano emitió un comunicado en el que califica de arbitraria e irregular la detención de Saab y anuncia que ejercerá mecanismos para que se le respete el debido proceso y sea puesto en libertad.
Se logró conocer que en un avión procedente de Venezuela intentó llegar al país africano, sin embargo, el aterrizaje le fue negado.
El comunicador venezolano, Federico Black, informó que en la aeronave se presume «iba un alto funcionario de Nicolás Maduro».
Con información de El Tiempo.
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