EFE | LA PRENSA.- Estados Unidos espera que la reunión de cancilleres sobre Venezuela que se celebra hoy en Cancún (México) se logre un “cómodo punto medio” entre las posturas de dos bloques de países miembros de la OEA, lo que apunta a una declaración posiblemente más suave que la promovida inicialmente por Washington.
“Esperamos tener el consenso necesario para aprobar una declaración, que va a expresar nuestras preocupaciones colectivas y va a llamar a todas las partes a desistir de la violencia”, dijo el representante interino de EE.UU. ante la Organización de Estados Americanos (OEA), Kevin Sullivan, en una conferencia telefónica.
Si no se llega a un consenso, Estados Unidos confía en que el proceso de consulta entre los cancilleres se mantenga activo, mediante la suspensión de la reunión con el objetivo de retomarla más adelante, como ya ocurrió el pasado 31 de mayo.
“Esperamos que haya un consenso adecuado, si no, nosotros vamos a mantener la reunión abierta o vamos a buscar ese resultado”, aseguró Sullivan, quien argumentó que las consultas entre los cancilleres de la OEA “tradicionalmente se mantienen abiertas mientras que continúe un tema o un desafío vigente”.
En el encuentro en Cancún, previsto para las 14.00 hora local (19.00 GMT), los cancilleres tratarán de aprobar una declaración con propuestas para solucionar la crisis política y social de Venezuela, pero no será fácil, ya que son necesarios 23 votos, dos tercios de los 34 países presentes (todos menos Cuba).
Los 14 países impulsores del encuentro -liderados por México, EE.UU., Canadá y Perú- están esperando que los 14 países de la Comunidad del Caribe (Caricom), que prefieren una declaración más suave, les hagan una propuesta para acercar posturas, según explicaron a Efe fuentes diplomáticas.
“Estamos tratando de encontrar un cómodo punto medio, en el que expresemos las preocupaciones que todos tenemos sobre la situación y delineemos algunos pasos que creemos que podemos tomar juntos”, aseguró Sullivan.
El diplomático subrayó que el contenido del proyecto de declaración está aún “bajo negociación”, pero citó varios puntos “básicos” que se espera que estén incluidos.
“La declaración estará basada en una expresión de preocupación sobre la situación política, económica y social en Venezuela”, y es probable que mencione la “creciente violencia” en el país caribeño, apuntó Sullivan.
También “mencionará los instrumentos y valores que definen a la OEA” y el “deseo de formar un grupo de contacto de países amigos para encontrar una solución pacífica, democrática e integral”, agregó.
Una declaración así sería más suave que la impulsada por EE.UU., México, Perú, Canadá y Panamá, cuyo texto original pide cancelar la Asamblea Constituyente en Venezuela y es muy crítico con el Gobierno de Nicolás Maduro, posturas que no recoge el documento promovido por el Caricom, aliados tradicionales de Venezuela.
Sullivan no quiso aclarar si, en caso de que no prosperen las demandas que defienden EE.UU. y sus aliados en la reunión de cancilleres, su Gobierno buscará que se apruebe un texto de condena a la Constituyente en la Asamblea General de la OEA, donde solo se necesitarían 18 votos, y no 23.
“No quiero entrar en más detalles en cuanto a procedimientos a estas alturas, creo que sería prematuro, pero ustedes ya saben cuál es nuestra agenda”, señaló Sullivan al respecto.