La icónica cumbre del monte Everest, paradójicamente convertida en un monumental vertedero con más de 50 toneladas métricas de basura, está siendo sometida a una limpieza de vanguardia gracias a la intervención de drones de alta tecnología. La empresa nepalesa Airlift Technology está liderando este esfuerzo, que no solo busca sanear la montaña, sino, crucialmente, salvaguardar las vidas humanas involucradas en estas peligrosas operaciones.
Durante décadas, la remoción de desechos, que incluyen desde bombonas de oxígeno hasta carpas abandonadas, ha sido una tarea extenuante y de alto riesgo para los sherpas. Estos experimentados montañistas, conocidos por su resistencia, debían sortear peligros constantes como las grietas y avalanchas del inestable Khumbu Icefall para alcanzar zonas como el Campamento 1, a 6.000 metros de altura. Un trabajo de Today subraya los peligros inherentes a esta labor.
Everest: limpieza aérea y segura
Ahora, en una colaboración entre Airlift Technology, el gobierno de Nepal y fabricantes tecnológicos, los drones comerciales están asumiendo el relevo. Estos equipos son capaces de transportar entre 15 y 32 kilos por vuelo, completando un trayecto que a un humano le tomaría horas, en apenas tres minutos. Esta agilidad y capacidad de carga minimizan drásticamente la necesidad de que los trabajadores humanos se expongan a los riesgos inherentes de las altitudes extremas y las condiciones impredecibles del Himalaya.
La eficacia de esta solución ya es palpable. Durante la temporada de escalada de marzo a mayo de 2025, Airlift Technology reportó la remoción de más de 1.000 kilogramos de residuos utilizando exclusivamente esta tecnología aérea. La implementación de drones no solo representa un paso gigantesco hacia la recuperación ecológica del Everest, sino que redefine la logística y la seguridad en una de las regiones más desafiantes del planeta.