EFE | LA PRENSA DE LARA.- El presidente de Armenia, Armen Sarkisián, anunció este domingo su dimisión por carecer de facultades para influir en la política interior y exterior del país.
Estamos viviendo en una realidad (…;) en la que el presidente no puede poner su veto a las leyes que considera inconvenientes para su pueblo y el Estado, dijo Sarkisián, nombrado por el Parlamento en marzo de 2018, en un mensaje difundido en la web de la Presidencia armenia.
La dimisión del mandatario, de 68 años, se produce en medio de tensiones con el Gobierno liderado por el primer ministro, Nikol Pashinián, a quien Sarkisián urgió a abandonar el poder después de la derrota del país en la guerra de Nagorno Karabaj con Azerbaiyán.
El político indicó que su decisión «no es emocional» y está relacionada con la falta de herramientas para influir en los destinos del país en «tiempos complejos» para su pueblo.
Hoy, más que nunca, necesitamos tomar pasos bien pensados (…;). No tenemos derecho a equivocarnos de nuevo, dijo Sarkisián, quien criticó que el mandatario armenio carezca de facultades constitucionales para «ayudar a su país», convertido en una república parlamentaria tras un referéndum celebrado en 2015.
En declaraciones a EFE el director del Instituto del Cáucaso, Aleksandr Iskandarián, señaló que la dimisión de Sarkisián es un reflejo de la «creciente división en las élites políticas» de Armenia después de la guerra en Nagorno Karabaj de noviembre de 2020.
El conflicto, en el que se impuso Azerbaiyán ayudado activamente por Turquía, supuso para Armenia la pérdida de casi el 70 por ciento de los territorios que controlaba en la región desde el fin de la guerra de 1992-1994.
Las relaciones entre el presidente de Armenia y el primer ministro, Nikol Pashinián, desde hace tiempo no eran buenas. Hay una gran división también en el Parlamento, explicó Iskandarián.
Con todo, subrayó que la dimisión de Sarkisián tomó a muchos por sorpresa.