EFE | LA PRENSA.- Al menos 30 policías y efectivos de las Fuerzas Armadas de la República Democrática del Congo (FARDC) fueron decapitados por milicianos del grupo Kamuina Nsapu en una emboscada en Kananga, en la provincia de Kasai (centro), informaron hoy a Efe fuentes gubernamentales.
Aunque el balance es por el momento provisional, 30 policías murieron en un ataque de la milicia congolesa Kamuina Nsapu que comenzó ayer en la provincia de Lomani, en el centro del país, y continúa hoy, confirmó a Efe el gobernador de la provincia, Patrice Kamanda.
“Los enfrentamientos aún continúan. Nuestros dispositivos han sido reforzados y se espera sofocar a estos incívicos que han hecho mucho daño a civiles y fuerzas de seguridad, incluida la mayoría de la policía y militares que han muerto tras una confrontación dura y sangrienta que comenzó ayer por la noche”, dijo Kamanda.
El gobernador aclaró que el balance de bajas es aún provisional y admitió que encontraron varios efectivos de las FARDC y policías congoleses decapitados.
Los milicianos irrumpieron ayer armados con machetes en un campamento militar donde también saquearon armamento y vehículos de las fuerzas congolesas en la aldea de Mwena Ditu.
“Los milicianos pusieron en riesgo todos los esfuerzos de paz hechos en la última visita del ministro de Interior”, lamentó el diputado Dieu Merci Mutombo, quien confirmó que los enfrentamientos continúan a estas horas en Mwena Ditu, donde los militares se han desplegado en la zona.
“Esto, sin duda, aumentará el número de víctimas”, alertó el diputado, quien aseguró que las calles de la aldea y de Kananga están desiertas, excepto por el despliegue de las FARDC.
La violencia en la región de Kasai aumentó después de que las fuerzas de seguridad mataran el pasado agosto al líder de la milicia Kamuina Nsapu, en el área de Tshimbulu.
Desde que esta violencia a gran escala estalló, más de 400 personas han muerto y unas 200.000 han sido desplazadas de sus hogares, según la ONU.
Fuerzas de seguridad del Estado “respondieron en ocasiones con fuerza excesiva a la milicia, disparando innecesariamente a presuntos miembros de milicias o partidarios, entre ellos mujeres y niños”, denunció hoy la ONG Human Right Watch en un comunicado.
Desde enero se han descubierto más de dos docenas de fosas comunes en tres áreas de Kasai y en las últimas semanas cinco vídeos mostraron a soldados disparando a miembros de la milicia, desarmados o con escasas armas, incluyendo mujeres y niños, agregó HRW.