Eduardo Soteldo |& ; LA PRENSA de Lara.- La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) mantendrá sus ojos en Venezuela, pese a su cambio de presidente para el período 2020-21. El país sudamericano está entre sus principales «preocupaciones«, junto a Nicaragua.
«Las preocupaciones más altas de la Comisión son los derechos humanos en Venezuela y Nicaragua«, dijo Joel Hernández García, quien asumió hace dos días como presidente. Y es que la comisión no ha logrado tener acceso al país venezolano a constatar la situación de los derechos humanos y el máximo responsable considera que acá «no se han cumplido las recomendaciones y donde existe una vulneración profunda a los derechos humanos.»
Por tal razón la comisión mantendrá su atención en territorio venezolano, donde no pudo ingresar los primeros de febrero por prohibición del gobierno de Nicolás Maduro, que se negó a recibir a los enviados por la CIDH a hacer el respectivo estudio, pese a que la comisión tenía el «sí» de la administración interina de Juan Guaidó.
En tal sentido, el diplomático acotó que la visita tenía el «objetivo de recabar de primera mano testimonios e información sobre la situación imperante en Venezuela y al mismo tiempo establecer un diálogo con las autoridades porque para hacer un diagnóstico objetivo se tiene que escuchar a todas las partes interesadas».
Al no poder entrar a Venezuela, el grupo se instaló en la frontera colombo-venezolana a evaluar las condiciones de vida y la vulneración de los derechos humanos, lugar a donde también asistieron diputados de la Asamblea Nacional a entregar documentación con casos de violación de los derechos humanos.
Uno de los casos más destacado que recibió la comisión y que fue de impacto internacional fue la muerte del Capitán Rafael Acosta Arévalo, capitán de corbeta, que falleció a causa de las terribles torturas que sufrió mientras estuvo recluido en los calabozos de la Dirección General de Contrainteligencia Militar (Dgcim).& ;
Según lo que reseñó el portal El País de España «el comisionado dice que no tiene planeado visitar Venezuela durante su gestión, aunque enfatiza en que la adhesión de Caracas a ciertos instrumentos internacionales, como convenciones contra la tortura o la violencia machista, dan facultades a la CIDH de vigilar lo que sucede en el país sudamericano».
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