La fiesta del Aíd al Fitr coincide este año en Marruecos con la mayoría de países musulmanes
Redacción | LA PRENSA DE LARA.- Este miércoles, miles de marroquíes se concentraron al aire libre en el Aíd al Fitr, la festividad que marca el final del mes de ayuno musulmán del ramadán, con uno institucional celebrado en la mezquita Al Mohammadi de Casablanca al que asistió el rey Mohamed VI y el príncipe heredero, Mulay Hassan.
La fiesta del Aíd al Fitr coincide este año en Marruecos con la mayoría de países musulmanes, que también dieron por finalizado el martes el mes sagrado lunar y conmemoran este miércoles esta festividad, una de las dos más importantes del islam junto a la del cordero.
Ayer martes se guardó en Marruecos el último día de Ramadán y se celebró el último ‘iftur’ o cena de ruptura del ayuno y el primer día del siguiente mes comenzó este miércoles con los tradicionales rezos multitudinarios que se celebran en todos los puntos del país magrebí.
Los preparativos de esta fiesta empiezan en Marruecos unos días antes, cuando los marroquíes compran o preparan dulces que se consumen hoy y visitan los bazares y centros comerciales para comprar ropa nueva, sobre todo para los niños, que la estrenan el día del Aíd.
Dos días antes, la tradición islámica marca que se debe dar una limosna a los necesitados. En los tiempos de Mahoma era una ración de trigo o cebada, pero hoy el Ministerio de Asuntos Islámicos fija una cantidad equivalente, que este año es de 20 dirhams (1,80 euros) por cada persona de la familia.
La jornada empieza con rezos colectivos en las mezquitas, donde los fieles se atavían con chilabas o túnicas largas de diferentes colores, en el caso de las mujeres, y chilabas blancas o amarillas, en el de los hombres.
A los rezos les sigue el primer desayuno tras un mes ayunando, que se celebra con la familia y donde se consumen esos dulces preparados días antes.
Coincidiendo con ese primer desayuno tras la oración matutina, la televisión pública retransmite el rezo ‘oficial’, que este año acogió la mezquita Al Mohammadi de Casablanca con la asistencia de Mohamed VI, su hermano Mulay Rachid y el príncipe heredero.
Después del desayuno, y durante todo el día del Aid, los marroquíes se intercambian visitas y llamadas de felicitación, dan propinas o regalos a los niños y salen a pasear por la tarde, en una jornada que simboliza la alegría tras el mes sagrado.
Con información de: EFE