Reuters | LA PRENSA DE LARA.- Las autoridades estadounidenses trasladaron a unas 2,000 personas a otras estaciones de procesamiento de inmigración el viernes, desde una ciudad fronteriza de Texas que ha visto una afluencia de haitianos y otros migrantes, dijo el sábado el Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por su sigla en inglés).
Dichas transferencias continuarán «para garantizar que los migrantes irregulares sean tomados en custodia, procesados ?;?;y sacados rápidamente de Estados Unidos de conformidad con nuestras leyes y políticas», dijo el DHS en un comunicado.
Aunque algunos de los que buscan trabajo y seguridad han estado viajando a Estados Unidos durante semanas o meses, solo en los últimos días el número que converge en Del Rio, Texas, ha llamado la atención generalizada, lo que representa un desafío humanitario y político para el gobierno de Joe Biden.
El DHS dijo que en respuesta a los más de 10,000 migrantes que se refugian bajo el Puente Internacional Del Rio que conecta la ciudad con Ciudad Acuña en México, estaba acelerando los vuelos a Haití y otros destinos en las próximas 72 horas. Agregó que trabajaba con los países donde los migrantes comenzaron sus viajes, que en el caso de muchos de los haitianos son Brasil y Chile, para que los aceptaran de regreso.
Aseguró también que la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) enviará 400 agentes adicionales al sector de Del Rio en los próximos días, luego de que la agencia fronteriza dijera el viernes que debido a la afluencia estaba cerrando temporalmente el puerto de entrada de la ciudad y desviando el tráfico hacia Eagle Pass, a unos 92 kilómetros al este.
«Hemos reiterado que nuestras fronteras no están abiertas y que las personas no deberían hacer el peligroso viaje», aseguró un portavoz del DHS a Reuters.
Lafortune Similen, un haitiano de 40 años, llegó a la frontera con su esposa y su hija de dos años después de un viaje de seis semanas por México. Él y su esposa Marisose Molestine, de 38 años, quienes dijeron que se fueron de Chile debido al racismo y a las malas perspectivas laborales, afirmaron que no sabían qué pasaría con ellos después de que llegaran a las orillas del río Grande en Estados Unidos.
«Escuché que estaban enviando gente de regreso, lo vi en Facebook», dijo Similen antes de que la familia se adentrara en el río, que les llegaba hasta las rodillas a lo largo de este tramo.
Pero Wilson, un haitiano de 40 años que solo dio un nombre, aseguró que había visto un mensaje en Facebook que decía que se permitía la entrada de personas a Estados Unidos. «Por eso vinimos», dijo Wilson, quien llegó a la frontera con su esposa e hija el sábado por la mañana. Comentó que había estado trabajando en la construcción en Chile.
Cuando quedó claro que las autoridades estadounidenses estaban regresando a los migrantes a sus países de origen más allá de México, la policía mexicana comenzó a pedir a los migrantes que compraban alimentos en Ciudad Acuña que regresaran al lado estadounidense del río el sábado por la mañana, dijeron testigos a Reuters. Los migrantes argumentaron que necesitaban suministros y la policía finalmente cedió.
RÁPIDAS EXPULSIONES
Del lado de Texas, a los haitianos se han sumado cubanos, venezolanos y nicaragüenses que se cobijan en precarias condiciones bajo el puente en Del Rio.
Funcionarios de ambos lados de la frontera entre Estados Unidos y México dijeron que la mayoría de los migrantes eran haitianos.
Por lo general, los migrantes que llegan a la frontera y se entregan a los funcionarios pueden solicitar asilo si temen ser devueltos a su país de origen, lo que desencadena un largo proceso judicial. El gobierno del expresidente Donald Trump promulgó una serie de políticas para reducir esas protecciones, argumentando que muchas solicitudes de asilo eran falsas.
Una orden de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, conocida como Título 42, emitida bajo la administración Trump al inicio de la pandemia de coronavirus, permite que la mayoría de los migrantes sean expulsados ?;?;rápidamente sin posibilidad de solicitar asilo. Biden ha mantenido esa regla, aunque está exenta a menores no acompañados y no ha estado expulsando a la mayoría de las familias.
Un juez dictaminó el jueves que la política no se podía aplicar a las familias, pero el fallo no entra en vigencia sino hasta en dos semanas y la administración Biden lo está apelando en la cortes.
Una expulsión masiva de haitianos en Del Rio seguramente enfurecerá a los defensores de los migrantes que dicen que tales retornos son inhumanos considerando las condiciones en Haití, la nación más pobre del hemisferio occidental. En julio, el presidente fue asesinado y en agosto un terremoto y una poderosa tormenta azotaron el país.
El gobierno de Biden extendió el alivio de deportación a alrededor de 150,000 haitianos en Estados Unidos con Estatus de Protección Temporal a principios de este año. Ese programa no se aplica a los recién llegados. La deportación y la expulsión difieren técnicamente: la expulsión es mucho más rápida.
El número de migrantes haitianos que llegan a la frontera entre Estados Unidos y México ha aumentado constantemente este año junto con un aumento general, según datos de la CBP. Muchos de los haitianos entrevistados por Reuters dijeron que solían vivir en América del Sur y ahora se dirigían al norte porque no podían obtener un estatus legal o luchaban por conseguir trabajos decentes.
Muchos dijeron a Reuters que siguieron rutas compartidas en WhatsApp para llegar a Del Rio. Más de una docena de haitianos en Tapachula, en el sur de México, cerca de la frontera con Guatemala, aseguraron a Reuters el viernes que los mensajes difundidos en los grupos de WhatsApp mienten sobre facilidad para cruzar la frontera.
Fuente: Reuters