EFE | LA PRENSA DE LARA.- El ataque del sábado por la noche contra un hospital de la localidad siria de Afrín que provocó al menos 21 muertos ha dejado las instalaciones sanitarias «fuera de servicio» después de que gran parte del centro, incluida la sala de urgencias, quedara «completamente destrozada», dijo hoy una ONG.
En un comunicado, la organización humanitaria International Rescue Committee (IRC) condenó el ataque contra el hospital de Al Shaifaa, una de las instalaciones sanitarias más grandes del norte de Siria, y precisó que entre los fallecidos hay cuatro personas vinculadas a la ONG.
Añadió que la sala de urgencias fue «destruida completamente» en el ataque, así como la sala de partos, mientras que el departamento de consultas externas quedó severamente dañado.
En declaraciones recogidas en la nota, el director para Siria de la IRC, Wolfgang Gressmann, dijo que se trata del «undécimo ataque contra instalaciones sanitarias que ha sido registrado este año», mientras que el número total de ataques desde 2019 asciende ya a 124.
«Las instalaciones sanitarias están protegidas bajo la ley internacional y deberían ser un lugar seguro en tiempos de crisis, pero después de 10 años de conflicto armado este no es el caso en Siria», denunció Gressmann.
Añadió que, desde el inicio del conflicto en 2011 se han documentado «cerca de 600 ataques» contra centros sanitarios.
La cifra de fallecidos por el ataque el sábado contra un hospital de la localidad siria de Afrín, controlada por las fuerzas turcas y sus facciones aliadas, ascendió hoy a 21, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, que atribuyó la agresión a las fuerzas del Gobierno de Damasco y a sus aliados rusos.
De acuerdo con la ONG, esta es la mayor masacre en Siria, un país que sufre una guerra civil desde hace diez años, desde abril del año pasado, cuando el estallido de un camión de combustible causó la muerte de 52 personas, entre ellas 11 niños.
Fuente: EFE