Anny Giménez | LA PRENSA.- Las marcas ya no son importantes al momento de comprar zapatos, las personas lo primero que ven son los precios para ajustarse a su presupuesto. La poca variedad en las tiendas disminuyen las opciones de escoger de los clientes.
En los exhibieres de las tiendas lo que abundan son zapatos de plásticos desde zapatillas para niñas hasta calzados de adultos y las tradicionales sandalias para las damas.
Esa moda es como la opción genérica de los zapatos, que le permite a uno tener un zapatico de diario, para alargar la vida de los zapatos que uno tiene para que no se le dañe” comenta Angela Garrido.
Juan Rodríguez, encargado de una de las cadenas de calzado más importantes de la ciudad, explica que esta es mercancía que aún los distribuidores tiene en existencia en sus depósitos y es lo que están sacando.Los dos primeros meses del año por tradición no tienen mucho surtido, a mediados de febrero por lo general la industria del calzado se reúne para hacer una gran exposición donde las tiendas son in
vitadas y es allí donde se hacen los pedidos, dependiendo de lo que ellos ofrezcan.
Reconoce que estos zapatos son una versión genérica pero con el poder adquisitivo actual que tienen las personas son una buena opción para no quedarse descalzos.Dulce Vasquez, es comerciante y por su trabajo son muchas las horas que se mantiene de pie y la comodidad es lo principal, pero los precios son muy altos y lo que gana no le alcanza para comprarse unos zapatos nuevos y buenos.
Al optar por unos zapatos de plásticos se logra ahorrarse hasta un 40% del precio de uno tradicional que en muchos casos pueden llegar a durar el mismo tiempo que las plásticas, debido a que las calidad ya no es la misma de antes.
Las personas entran a las tiendas y lo que hacen es mirar, mirar y mirar. Entre los modelos exhibidos puede que se encuentre un modelo que le agrade a los compradores pero al ver los precios su expresión es de decepción.
“No es posible que vivamos en un país donde uno trabaje y solo medio nos alcance para solo poder mandar a remendar un par de zapato, porque para unos nuevos tendríamos que ganar como unos 10 salarias mínimos” comenta Juana Torres con impotencia.
Un zapato de tela para niño sobre pasa los 600 mil Bs y un deportivo de una marca medianamente reconocida excede los 8 millones 500 mil Bs; es decir que quien se los quiera comprar un calzado nuevo debe ganar por lo menos 35 salarios mínimos.