Lorena Rojas | LA PRENSA DE LARA.- Conocido como uno de los oficios más antiguo dentro de la sociedad al que se dedica tiempo a la reparación, arreglo y confección del calzado, zapateros aseguran que cada vez pierden más terreno en la ciudad, debido a que a diario son menos las personas que requieren de sus servicios.
Contabilizando entre uno o dos trabajos máximos al día es como se encuentran las personas que trabajan en este oficio lo que los hace sentirse acorralados, pues hay días en los que ni siquiera cuentan con el pasaje para devolverse a sus viviendas.
«Está muy fuerte la situación porque casi no hay trabajo, hay días en los que no se hace nada y que incluso cuesta devolverse a la casa porque estamos hasta sin pasajes», aseguró Pastor Pérez, quien se ubica en las adyacencias del terminal de pasajeros.
Un arreglo a un calzado, según estas personas depende mucho de lo que se le vaya a realizar puesto que hay trabajos mínimos que tienen un costo de 1 dólar o 6 bolívares, hasta el cambio de una suela la cual puede llegar a costar alrededor de 20 dólares.
Zapateros aseguran que antes recibían solicitudes para realizar hasta 10 trabajos al día, pero ahora tras declarase la pandemia el sector se vino a pique porque de los pocos trabajos que realizan tienen que sumarle el costo de los materiales que usan para reparar, porque la pega tiene un valor de hasta 4 dólares y el hilo encerado P4 cuesta $17 el rollo.
Para reforzar
Clientes aseguran que pese a que hay muchos zapatos más económicos en el centro de la ciudad, recurren a los zapateros para reforzar aquellos que son «buenos», y así evitar que se despeguen.
«Tengo varios zapatos y los he ido cosiendo porque actualmente no se encuentra la misma calidad de un zapato que es de marca a uno de esos que son más económicos, por eso los mando a coser, para que puedan durar un poco más», aseguró José Yépez.