Luis E. Marchán | LA PRENSA de Lara – Pacientes con fracturas de huesos quienes recurren al Servicio de Traumatología del Hospital Central Antonio María Pineda de Barquisimeto deben llevar sus carteras llenas de billetes para sanarse, pues el servicio médico a duras penas dispone de equipos rayos X para sacar una placa y para los que presentan más lesiones de este tipo, no se descarta que deben recurrir a servicios privados para practicarse el examen, cuyo valor por la medida pequeña en estos últimos sitios, superan los 2 millones de bolívares, a decir de los familiares y afectados consultados.
Alexander Fonseca es albañil y sufrió un accidente laboral. El hombre tumbaba una pared y tras varias maniobras en la construcción terminó con el pulgar de su pie izquierdo fracturado luego de que le cayera un pedazo de concreto. Su esposa aseguró haber gastado hasta ayer 1 millón 200 mil bolívares en insumos para la recuperación de Fonseca. En detalle la mujer tuvo que desembolsillar 240 mil bolos en 4 guatas; 3 vendas por 80 mil cada una; 3 férulas en 180 mil bolívares cada una; sin incluir el alcohol en 34.690 bolívares; agua oxigenada en 12.540; 5 ampollas de Amikacina de 500 mg, en 66 mil bolívares cada una y Ciprofloxacina de 500 mg en 167.600. «Ese platero lo gasté porque en el hospital no hay nada», resumió molesta la esposa del lesionado.
En el caso de Carlos Reyes, quien recibió un machetazo en la pierna izquierda en Río Claro luego de la intervención quirúrgica en los tendones, le cosieron 14 puntos y hasta ahora ha gastado, según él, 15 millones de bolívares, entre vendas, guatas y medicinas.
Otro drama que se observa en ese centro asistencial es que no hay camillas y sillas de ruedas para trasladar a los pacientes desde los carros que los llevan, obligando a sus familiares a cargarlos 80 metros para que sean atendidos.
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