Evana Materán | LA PRENSA.- El cambur ya agrandó no por su proceso de maduración, sino por la inflación. Con el nuevo precio entre 5 y 10 mil bolívares por kilo, el guaro ahora lo piensa dos veces para pagar el resuelve del hambre porque a ese precio ya golpea un presupuesto mensual.
Este aumento sería el tercer ajuste en el último trimestre del año. En noviembre se podía comprar en Bs. 3 mil bolívares, pero en diciembre se puede observar en algunos puestos ambulantes que lo ofrecen en 6 mil mientras que en las fruterías ya se consigue en 10 mil.
“A dónde vamos a parar”, se preguntó José Luis Castellanos al ver el precio del cambur en un puesto del mercado Terepaima. El hombre recordó que lo compraba con frecuencia para comer en las tardes con sus hijos, pero que ahora se quedarán con las ganas.
Otro consultado añadió que prefiere buscarlo en las calles porque son más baratos aunque no sean tan grandes ni estén en el mejor estado posible. Manifestó que intentará comprar medio kilo para darle a sus dos nietos que van a visitarlo en las tardes.
El incremento en los precios también abarca al resto de las frutas como mandarinas, limones, guayaba, melón, lechosa, piña y durazno. Sus precios por kilo varían entre 15 mil y 80 mil bolos, por lo cual se vende graneadito.
Desde mediados de diciembre, los aumentos aparecieron en los carteles de los cajones donde se colocan las frutas. Liliana Maldonado comentó con molestia que el kilo de mandarinas era uno de los más caros. “Eso era lo que compraba para merendar porque no tengo azúcar para hacer otras bebidas”, expresó al irse de la frutería sin comprar.
Winston López, encargado de un negocio, comentó que los ajustes de los precios son consecuencia de los problemas que hay en la distribución de las frutas.
Detalló que la mayoría de los comerciantes compran en Mercabar pero allá no están llegando suficientes camiones porque no consiguen combustible para trasladarse. “Hay mucha demanda y poca mercancía por eso se aprovechan de afincarse en el precio”, manifestó otro vendedor.
Las fallas en la distribución también ha influido en la poca variedad de frutas que se ve en los negocios. Llegan en pocas cantidades y las fresas, moras, manzanas y uvas son algunas de las ausentes en la mayoría de los puestos.
Prefieren el mango
Tres guaros comentaron que por los momentos se van a ahorrar una plata en frutas porque tienen matas de mango en sus casas.
Con unos mangos resolvemos”, manifestó Diana Zerpa, quien bromeó al decir que hasta la cena del 31 de diciembre tuvieron que completarla con esta fruta para no quedar fallos.