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Barquisimetanos aprovechan la economía circular con ventas de garaje,donde encuentran variedad de productos a precios accesibles
Anny Giménez | LA PRENSA DE LARA.- En pequeños espacios, comerciantes ofrecen artículos de utilidad para los barquisimetanos, sea en casas o en stand de bazares venden mercancía nueva o usada. Los precios accesibles son el gancho para quienes buscan opciones y variedad en las ventas de garaje.
Álvaro Gordillo tiene más de seis años vendiendo artículos para el hogar usados por medio de internet, pero no todas las cosas que compra y repara las logra vender por las redes sociales, así que lo que le queda lo comercializa en su casa. A través de las rejas se ven microondas, cocinas, licuadoras y lámparas en lo que fue el recibo de su vivienda y que luego usó para guardar su carro. «No estamos en épocas de desaprovechar nada», así que ahora además de vender por internet utiliza su casa para el negocio, hay quienes llegan a vender y otros a comprar. «No es mucho lo que se le gana, pero es algo…tuve una bodega, pero no resultó», agrega.
En estos negocios se puede encontrar desde ropa, carteras, vajillas, juguetes y más. Carmen Vásquez es dueña de una tienda de segunda mano desde hace 30 años, su local está ubicado en la carrera 25 entre calles 29 y 30, comenzó en un puesto de mercado en el que sólo vendía ropa usada, pero poco a poco se convirtió en un pequeño negocio de variedades. Comenta que este es un espacio donde todos salen beneficiados, ella al vender la mercancía, el que la deja en venta y quien la compra.
Es una opción ideal para quienes buscan artículos para el hogar y hasta ropa en buen estado, pero con precios que se ajusten a sus ingresos mensuales. Tal es el caso de Edén Rojas, un carpintero que se dedica a hacer mesas y muebles de madera, hace algunos meses llegó a necesitar una polea, cuenta que recorrió varias tiendas, pero tenía un precio de entre 15 y $20, un monto del que no disponía. En su transitar por las calles encontró un lugar donde le ofrecieron una polea usada en $5 y no dudó en comprarla, a pesar de no tener garantía. Su caso es similar al de cientos de barquisimetanos que deben optar por adquirir piezas usadas.
No sólo usado
Además de mercancía de segunda mano, se puede encontrar mercancía a estrenar en estos espacios que han sido acondicionados dentro de las casas, lugares comunes, como plazas o canchas. Tal es el caso de Betania Quiñones, quien decidió aprovechar lo que es el porche de su casa para exhibir franelas, pijamas, shorts, toallas, chancletas y hasta perfumes. En la carrera 3 entre las calles 3 y 4 de Barrio Unión, desde hace dos años, los protectores de las ventanas y de las puertas son los percheros donde exhibe la mercancía. «Confeccionamos ropa, trabajamos todo el día en la casa, por eso decidimos vender aquí mismo». Dijo que la receptividad de la zona ha sido muy buena, porque los vecinos ya no tienen que ir al centro a buscar este tipo de ropa.
Para el economista, Jhon Cisnero, esta es una modalidad que ganó fuerza con la diáspora venezolana y se ha mantenido en el tiempo, ya que le permite a los dueños de los artículos darles un nuevo valor y recuperar un poco de dinero, mientras que los compradores logran satisfacer una necesidad. Asimismo, estos espacios pueden ser los primeros pasos para emprendedores que inician sus ventas y pueden ver la aceptación que tiene su producto y dependiendo de los resultados que se obtengan, deciden si seguirán invirtiendo o no.