María B. Jordán | LA PRENSA de Lara –& ;«Las ventas están flojas«. Es lo que comentan cada uno de los buhoneros que transitan por la carrera 21 de Barquisimeto, pues en lo que va de cuarentena estos comerciantes informales no son la opción más recurrente de los clientes. La situación de la pandemia está tan fuerte que los consultados por LA PRENSA dicen que a lo sumo las ganancias diarias les alcanza para comprar uno que otro alimento diario.
Vendedores de medias, ropa, zapatos, chucherías, granos y de jugos aseguran que mucha gente pregunta por sus artículos, pero son pocos los que compran. A eso se le suma que deben sortear a cada rato los desalojos de los cuerpos de seguridad, pues durante la cuarentena no les permite instalarse a vender.
Darwin Alvarado, quien vende pega para zapatos y otros artículos confesó que antes con las ganancias de un día de trabajo podía adquirir una buena cantidad de productores dos o tres días «pero ahorita se compra una harina y al otro día otro artículo», pues no tienen las ventas suficientes ni para comer bien.
«No podemos montar un puesto ni nada. Tenemos que estar caminando para ver si logramos vender algo», expresó Dixon Amaya, quien vende caraotas, lentejas y frijol chino en la 21 pero está afectado por la situación. Este hombre dice que las personas visitan los negocios asiáticos pescando ofertas y muchos acuden con el dinero contado.
Los buhoneros dicen que tienen que ir del timbo al tambo por toda la 21 y el centro ofreciendo su mercancía. Leudy Querales, quien vende jugos, dijo que ya la gente no destina el dinero para comprar un jugo; «en un día a veces solo vendo 7 a 50 mil bolívares cada uno», por lo que dijo que son pocas las cosas que se compra porque también tienen que dejar para seguir comprando la materia prima y los insumos para continuar trabajando.
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