Jennifer Orozco | LA PRENSA.- La escasez de pan para perros calientes obliga a los vendedores de la “bala fría” a exigirle a proveedores que muevan cielo y tierra para encontrar el producto y no cerrar las ventas de comida.
“Es una odisea. Pasamos todo el día, desde las 7:00 de la mañana buscando pan. Lo hemos encontrado aquí a precio bachaqueado, carísimo, lo que nos hace aumentar el precio de los perritos, algo que nos hace perder clientela”, explica Carlos Rodríguez, encargado de un puesto de comida rápida en la avenida 19 con calle 54, cuando detalla que cuesta más encontrar este tipo de pan que cualquier otro insumo que necesite.
Tras un recorrido realizado por La Prensa se conoció que desde el Zulia, Guárico o Portuguesa y en algunos casos hasta de Colombia deben traer los panes porque la escasez en Lara está ruda.
Rodríguez no sabe explicar cuál es el motivo de la escasez de pan en Barquisimeto, cuando en otros estados si hay. “Hay proveedores que te dicen que tienen el paquete de pan a 25 mil bolívares porque lo traen de Maracaibo, allá si hay como arroz, no sabemos por qué aquí no se consigue”, asegura.
Un empleado de la Panificadora Nacional, que no quiso revelar su identidad, contó que cuando llega la harina, las panaderías son prioridad para venderle los sacos y los segundos anotados son las ventas de tortas. Para panes de perro o hamburguesa no queda mucho, por eso la falla de distribución del producto.
Rodríguez también narra que hace 2 meses había panaderías que le vendían pan canilla para pepitos al mayor, pero ahora no le venden, pues dicen que sólo hay a granel.
“Si no conseguimos de perro, podríamos resolver con pepitos para no cerrar y perder el día, pero ahora tampoco, estamos entre la espada y la pared”, protestó el empleado.
Rafael Mousali, dueño de un puesto de comida rápida, explica que si ha bajado su santamaria un par de días lo que implica muchas pérdidas “igual debo pagárselos a mis empleados, ellos no tienen la culpa de que cerremos, pero así no es rentable”, enfatizó.
De 10 personas encuestadas, sólo uno respondió no tener problemas con el pan, pues compraba pan artesanal.
“Es más costoso, pero lo hago porque al cliente le gusta y además siempre hay. Existen casas de familia donde nunca falta el pan”, detalló.