Osman Rojas | LA PRENSA de Lara.- En Venezuela el más mínimo estornudo puede desatar una epidemia. Según explican médicos especialistas en Lara el precario estado nutricional en el que se encuentra la población hace que las personas sean altamente sensibles a contagiarse de cualquier virus. Los incontables casos de gripe o resfriado común que hay en la calle son una prueba de ello.
María Teresa Pérez, epidemióloga y exdirectora regional de Salud en el estado Lara, comenta que hoy en día muchas personas cuentan con un sistema inmunológico deprimido. El no tener una buena alimentación y no ayudar al cuerpo con el consumo de vitaminas hace que las personas bajen sus defensas y sean presa fácil de las enfermedades virales como la gripe.
«El cuerpo no absorbe nutrientes como debe y eso hace que la persona sea altamente vulnerable. Esto es lo que en epidemiología se conoce cómo sistema inmunológico deficiente», comenta.
La doctora explica que en Venezuela se viven los dos extremos de la precaria condición alimentaria. En primer lugar, y aunque el Gobierno no lo reconoce, hay una buena parte de la población con desnutrición, deficiencia en la ingesta de proteínas y calorías y por otro lado hay una buena parte de la población que sufre de malnutrición, comer de forma desbalanceada, pero sin alimentarse. Este último se da en poblaciones donde lo único que se consume es arroz o pasta. Ambos extremos son perjudiciales para la salud, pues los dos puntos representan un desbalance nutricional.
«Si el cuerpo no está bien las enfermedades aparecen. Por lo general un cuadro viral dura entre 4 y 5 días pero en Venezuela las gripes son de 8 y 10 días. Esto se explica por las deficiencias nutricionales que existen», concluye Pérez.
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