William Croes | LA PRENSA.- Productos importados comienzan a ganar terreno en los anaqueles de los supermercados y bodegones de la ciudad. Los larenses sufren un fuerte choque cuando van a hacer mercado, porque aunque tienen a su entera disposición una buena gama de artículos, no les rinde el dinero por el precio de los alimentos y productos de higiene.
Hace tres meses, los comerciantes aprovecharon una leve estabilización del bolívar con relación al dólar para importar alimentos y artículos de higiene de los que escasean en el país. En los supermercados ya se ven marcas brasileras, estadounidenses y colombianas pero a un precio que, en algunos casos, triplica a los nacionales pese a que muchos de ellos ya han sido liberados.
Por la desesperación tuve que comprar un paquetico de pasta que era menos de medio kilo en 2 mil bolívares. Es una barbaridad”, exclama Antonia Padua, una ama de casa que al no tener acceso a los productos nacionales que se venden en un 70% a través de los CLAP se vio en la necesidad de hacer la compra respectiva.
En las bolsas de comida de los Comités Locales de Abastecimiento y Producción se distribuye entre el 70 y 80% de productos nacionales. Sólo el 20% de los alimentos y artículos de higiene se distribuyen en todas las cadenas privadas, por lo cual los dueños de comercios se han visto en la posibilidad de importar con divisas del mercado paralelo.
El choque para los ciudadanos es muy duro, porque pasaron de ver precios regulados y con muchos años de rezago a precios importados con divisas a mercado negro.
Casi me desmayo cuando me encontré en un anaquel con una mayonesa a 8 mil bolívares”, comenta con una risa que asoma un poco de preocupación Padua, a quien su jubilación y pensión no le alcanza para darse el lujo de hacer un mercado con productos importados.
Comprar un litro de aceite, un paquete de pasta y una salsa de tomate importados cuesta alrededor de 15 mil bolívares, la comida que puede ser para un simple almuerzo diario, equivale a más de la mitad del sueldo mínimo que se comienza a pagar a partir del martes, 15 de noviembre.
El bolsillo de los consumidores se achica aún más cuando estos productos importados son revendidos, por lo que al momento de comprar “bachaqueado” las personas se decantan por los productos nacionales que los venden a un precio inferior.