Jesús Alí Oviedo | LA PRENSA.- La fiebre de los metales preciosos continúa. Tras la agudización de la crisis económica en el país, las monedas de plata, oro y níquel que las personas conservaban como un recuerdo, ahora las emplean para cubrir sus gastos diarios, debido a que sus ingresos no les alcanzan, según ocho ciudadanos consultados.
“Me tocó sacar unas moneditas de plata que tenía guardadas para venderlas. Eran un recuerdo que me quedaba de mi abuela; estaba sin comida en la casa y tenía que resolver”, contó Antonio Colmenárez, de 45 años de edad, un trabajador público.
Colmenárez detalló que se dirigió hasta un local de compra-venta de oro y plata de la calle 23 con avenida 20. Allí le pagaron 100 mil bolívares en efectivo por 20 monedas de plata de 25 céntimos.
También destacó que hace cinco años empeñaba sus objetos de valor, pero ahora prefiere venderlos, para evitar la angustia de tener que buscar dinero para recuperarlos. Aunque le duele salir de ellos, más le pesa ver a sus tres hijos sin comer.
Los trabajadores de dos establecimientos comerciales en el centro de Barquisimeto, quienes prefirieron reservar sus identidades, señalaron que las monedas de oro y plata las compran por gramo para ser revendidas a joyeros que las emplean en la fabricación de prendas.
El gramo de oro está en 500 mil bolívares y el de plata en 5 mil bolívares. Por una moneda de 100 bolívares antigua que pesa 32.24 gramos pagan más de 16 millones de bolívares.
En cambio por un fuerte (moneda de 5 bolívares) cancelan más de 25 mil.
Aunque las monedas de otros metales menos valiosos también son cotizadas, las adquieren por kilo para revenderlas a artesanos, según indicó uno de los vendedores.
Un kilo de níquel está en 14 mil bolívares. Mientras las monedas de 1000 bolívares y 1 bolívar, las cuales son de una aleación de bronce, aluminio y cobre, igual las negocian por kilo pero piden 6 mil bolívares.
En este caso, Colmenárez detalló que en otra ocasión vendió un kilo de monedas de níquel que había guardado a medida que salían de circulación. “Yo no creí que esas monedas las terminaría vendiendo”, dijo.
El negocio
“Compramos oro y plata a la orden”, es la frase que con mayor frecuencia se escucha en los alrededores del centro comercial Barquicenter, estos compradores gritan o entregan volantes quienes pasan frente a los locales.
Hay clientes que llegan a estos locales y preguntan cuáles son las monedas que pueden vender, otros dicen que quieren vender algunas de las que cargan, pasan al comercio, el encargado examina las piezas y efectúan la transacción inmediatamente.