Osman Rojas | LA PRENSA.- Llegan identificados con camisas e insignias falsas, se hacen pasar por funcionarios de la Contraloría Sanitaria y a punta de labia envuelven a los comerciantes para hacerlos pagar hasta 80 mil bolívares por permisos chimbos.
Así es el modus operandi de algunos gestores en Barquisimeto, informó Máryori Chávez, contralora sanitaria en el estado Lara, quien denunció con preocupación la cantidad de permisos falsos que hay en las calles.
Según los números que maneja la institución, entre la última semana de enero y la primera semana de febrero, cinco comercios dedicados a la venta de comida fueron cerrados por presentar irregularidades con los permisos.
“Falsifican hasta la firma”, dice con preocupación la doctora antes de añadir que “las personas deben entender que nosotros no tenemos gestores y que el trámite se hace vía online desde su casa, ni siquiera tienen que venir a la contraloría, sólo deben registrarse y llenar el formulario; hacen el depósito dependiendo del tipo de negocio y esperan de tres a cuatro días que el permiso llegue por correo. Lo imprimen y se lo llevan al negocio, luego nosotros vamos a inspeccionar”, especificó Chávez.
La doctora dejó claro que desde el pasado 13 de junio la contraloría no entrega los permisos en cartón amarillo. Además, las constancias de registros también fueron eliminadas e hizo un llamado a los comerciantes para que denuncien a las personas que ofrezcan estos documentos. “Lo máximo que van a pagar son 24 mil bolívares y eso si es un comercio industrial. El problema es que hay mucha desinformación, la gentes es floja y prefiere pagar antes de hacer las cosas por su cuenta”, asevera Chávez.
En el centro y oeste de Barquisimeto es donde más permisos falsos se han decomisado hasta ahora. Las autoridades dejan claro que si un negocio es encontrado con un documento chimbo será cerrado de forma inmediata. En caso de que reincida, el propietario será multado y podrá ser arrestado si así lo considera la Contraloría Sanitaria a nivel central.
Faltan contralores
La falta de contralores sanitarios en los municipios contribuye a la proliferación de gestores en las calles del estado. Desde mediados del año pasado, sólo en Palavecino, Urdaneta y Simón Planas hay contralores sanitarios, el resto de las entidades son monitoreadas por el personal de Iribarren.
“A nivel central se tomó la decisión de centralizar todo para evitar la corrupción”, dijo Ana María Pacheco, trabajadora de la Contraloría Sanitaria.
Desde el 13 de junio del año pasado las personas pueden hacer la solicitud de los permisos sanitarios desde su casa. Muchos comerciantes desconocen esto y personas sin escrúpulos se aprovechan de la situación y piden dinero a cambio.
El certificado de manipulación de alimentos y el certificado de salud, también son falsificados por terceros. En la contraloría aseguran que en algunos casos los gestores ofrecen el “combo” a los comerciantes que caen como niños en el juego de estas personas.