Eva Gómez | LA PRENSA.- Repararán sus bombillos para ahorrarse una platica. Esta modalidad de arreglo ha crecido mucho entre los guaros, porque evitan gastar una gran cantidad de dinero para alumbrar su casa.
Leonel Ledezma, quien trabaja como reparador de bombillos en el urbanismo Alí Primera al norte de Barquisimeto, asegura que esta alternativa surge con dos intenciones: la primera es colaborar con el medio ambiente, para ahorrar energía y evitar que se deseche tanto material contaminante y la segunda que es ahorrar dinero.
Los usuarios llevan los bombillos ahorradores que ya no funcionen para ver si hay alguna salvación. De 10 focos se pueden salvar cuatro o cinco, dependiendo del daño que tengan.
Aunque muchos admiten que les da miedo una reparación, porque es un asunto que se maneja con electricidad, han escuchado hablar a sus vecinos sobre esta nueva modalidad.
“Yo nunca lo he hecho, porque compré hace tiempo y todavía tengo, pero sí me han contado que se puede hacer”, dijo Henrique González un usuario de Transbarca mientras esperaba una unidad.
Ledezma explica que por el trabajo cobra 15 mil bolívares, mientras que por ese mismo trabajo ha visto que cobran hasta Bs. 50 mil en el centro de Barquisimeto. Sin embargo, este gasto no representa mucho, cuando por un solo bombillo ahorrador en los comercios, los guaros pagan casi 900.000 bolívares.
El proceso es rápido y fácil, según explica el reparador.
Primero los interesados deben llevar los bombillos dañados que consigan en sus casa, sin importar el estado o el tiempo que tengan. Ledezma asegura que todos pueden servir, así sea por partes como repuestos. El bombillo se divide en tres partes: El cristal, la tarjeta electrónica, y el casco que la parte que se conecta al sócate. Cada partes es revisada cuidadosamente para saber qué está dañado y qué se puede recuperar.
Si el bombillo tiene recuperación se le cambia la pieza o se le añade lo que le falta y listo, los usuarios se pueden ir a su casa con su bombillo, ahorrándose el gasto de comprar uno nuevo.
Si no prende, igualmente pueden ser utilizados pues con las piezas buenas hacen un banco que luego van utilizando para reparar los bombillos que van llegando.
Ledezma asegura que la gente bota los bombillos sin saber que pueden ahorrarse un dineral.