Los habitantes del macrosector El Tereque, en la parroquia José Gregorio Bastidas del municipio Palavecino de Lara, viven en zozobra por la falta de embaulamiento de la quebrada ante el riesgo de inundaciones, además de estar desalentados por la ausencia del asfaltado en más de la mitad del sector y el abandono de los espacios públicos de la comunidad. Esperan que para el próximo año las autoridades los tomen en cuenta para que mejoren el lugar en el que habitan unas 300 familias.
Para Luis García, quien reside en el sector Manuelita Sáenz, la mayor preocupación que tienen es el riesgo del paso que comunica la vía principal de El Tereque con las diferentes comunidades que conforman este macrosector. Es un trecho asfaltado que reposa sobre dos alcantarillas (tubos) de concreto para que el agua de la quebrada siga su curso por debajo de la vía cuando llueve. Temen que el terreno bajo el asfalto y los tubos cedan, causando daños estructurales y en el peor de los casos a personas.
Además, la falta de mantenimiento, los desechos que los mismos vecinos arrojan y el constante crecimiento de la maleza impiden que el agua circule como corresponde, ocasionando que las calles y casas cercanas a la quebrada se inunden.
La quebrada, al no estar embaulada, se obstruye cuando las riberas de tierra se desmoronan y el material granular cae en el lecho fluvial.
Con el agua estancada la tierra del cauce se convierte en barro y el soporte que debe dar estabilidad a la carpeta asfáltica que permite el tránsito vehicular en la zona se está cayendo. Los tubos están expuestos y las uniones entre las piezas se han perdido, pedazos del asfalto se están cayendo por los lados y la vía para transitar cada vez es más angosta.
García refiere que este paso es muy importante para toda la comunidad porque por allí transitan los rapiditos que le prestan el servicio de transporte público a la comunidad y también es el paso peatonal por el cual los habitantes entran y salen de sus viviendas.
Luzmary Montaño tiene su casa a unos 20 metros de la quebrada y cada vez que llueve se encomienda a Dios y le pide que no se desborde, porque el agua llega hasta su casa. En las lluvias de la primera quincena de noviembre no le quedó otra opción que subirse a su cama y esperar que pasara el aguacero para ponerse a sacar el agua que había entrado por el desbordamiento de la quebrada.
«Hace menos de una semana, entre los vecinos más cercanos a la quebrada nos pusimos de acuerdo para que un muchacho nos limpiara por lo menos los bordes de la quebrada porque hasta culebras han salido de allí y eso representa un peligro para todos», comentó Montaño.
Los vecinos aseguran que les gustaría hacer mucho más para desmalezar la canal porque de esta forma no sólo se evita el desborde del cauce, sino también el deterioro del único paso vehicular y peatonal que tienen hacia la comunidad, pero para hacerlo es necesario contar con maquinaria grande que no tienen. No es sólo limpiarla, sino también retirar los escombros del lugar para de esta forma evitar que los desechos vuelvan a caer a la quebrada.
Además del desgaste de la vía de acceso por el problema de la quebrada está la falta del asfaltado en más de la mitad del macrosector. García hace un llamado para que las autoridades correspondientes los tomen en cuenta para un plan de asfaltado en las calles desde el paso del puente hasta las demás comunidades de el Tereque, debido a que hasta unos 50 metros del puente llega la capa asfáltica.
García cuenta que hace aproximadamente 10 años a las calles de la comunidad les colocaron granzón. El acceso era más fácil en carro, pero con el pasar del tiempo se fue dañando y desapareciendo.
Las constantes lluvias, sobre todo las de este año, hicieron que la tierra se convirtiera más rápido en barro formando canales por donde corría el agua y con el pasar de carros el desnivel de las calles de tierra se hizo más pronunciado, lo que afecta el tren delantero de los vehículos que por allí transitan. De allí la importancia del asfaltado en el sector.
Llegar hasta el parque de El Tereque es llegar a un espacio amplio que en un momento estuvo destinado para la recreación de grandes y pequeños de la comunidad; sin embargo, el deterioro en el que se encuentra da muestra de la indiferencia que hay y sienten los habitantes de la comunidad.
Las ovejas son las que se logran ver pastando en las áreas verdes del parque, pero no son las únicas que aprovechan estos espacios, pues por la zona hay familias que crían además de ovejas, chivos, cabras, vacas y hasta cochinos.
Las estructuras de los columpios subibaja y rueda están sin sus piezas principales; es decir, las sillas que son para mecerse no existen, el círculo de la rueda tampoco y mucho menos los tubos del subibaja, por lo que a pesar de que la comunidad cuenta con un terreno amplio para el esparcimiento con cancha para jugar básquet, fútbol y otra para voleibol de playa, ninguno son utilizados.
Según sus habitantes, el parque de El Tereque sólo duró un año. La obra fue realizada hace cinco años, pero quienes viven en las adyacencias han visto cómo con el pasar de los años el deterioro se ha apoderado del lugar. Hasta la fecha, nadie ha dicho ni ha hecho nada para darle utilidad a la plaza que hasta cuenta con bancos y mesas hechos con troncos que fueron cortados por la misma comunidad durante la construcción del parque recreativo.
Es por ello que la comunidad El Tereque mantiene su llamado para que las autoridades municipales y estadales vuelvan su mirada a este macrosector y brinden la ayuda necesaria.
La ONG Utopix, que monitorea casos referentes a la violencia contra la mujer en Venezuela,…
Una aeronave bimotor de pequeño tamaño se desplomó en la mañana de este domingo cerca…
Las autoridades venezolanas comenzaron el proceso para la postulación de la hallaca como patrimonio cultural…
Tras reportarse la desaparición de Freddy Barreto, cuerpo de Bomberos de Iribarren y Protección Civil…
La alegría de la navidad ha sido ensombrecida por el incremento de casos de hurto…
Para el cierre del año, el movimiento de pasajeros en el terminal terrestre de Barquisimeto…