Guiomar López | LA PRENSA DE LARA.- Cada vez que llueve la vía principal que comunica a los sectores Las Agüitas y Caminos de San Isidro, se convierte en una quebrada en El Manzano, al sur de Barquisimeto. De allí, que los habitantes deben intentar aplanar el terreno, un trabajo realizado a pico y pala para despejar el paso. Tratan de protegerse levantando especies de barreras a orilla de carretera, habilitan estrechos caminos alternos y aseguran viviendas con rellenos de cauchos que impidan deslizamientos. Necesitan la canalización de aguas de lluvia para evitar inundaciones.
La casa de la señora Dayana Querales está a pocos metros del acceso a la zona y cerca de la carretera asfaltada. Señala que su esposo hace todo lo posible para evitar que la fuerza del agua les anegue su hogar, por lo que trata de mantener su frente despejado y remover los sedimentos, que le sirven de barrera. «Nos asustamos porque cuando llueve es fuerte, arrastra ramas, cauchos y demás objetos«, que se acumulan y desembocan en la batea de la vía asfaltada, cuando el nivel del agua llega a subir más de un metro.
Son más de 50 familias que viven en zozobra. Al avanzar en ese trecho copado de árboles y a casi un kilómetro de la entrada principal, está Juan Ulacio, quien lamenta la pérdida de su casa por el deslizamiento del terreno y lleva más de un año a la espera de la respuesta de Funrevi, donde introdujo la solicitud y lo mínimo que aspiraba era el apoyo con materiales de construcción. «Uno debe volver a levantar la casita y tratar de reforzar con un relleno de piedras grandes, además de áreas con caucho», confiesa.