José D. Sequera | LA PRENSA.- Se vivió mucha alegría en la octava edición del Bingo de la Caridad en beneficio del hogar Pequeño Cottolongo, a pesar del calor que había. El evento se llevó a cabo en el Hogar Canario Larense.
Ya a las 12:00 pm todos los colaboradores del hogar, quienes llevaban sombreros graciosos, estaban listos para recibir a todos los que estuviesen dispuestos a pasar una tarde junto a sus familias jugando bingo y aportando un granito de arena al más necesitado.
El juego fue animado por el locutor de radio Luis Alberto López, quien con sus dotes supo amenizar y divertir a las más de 100 mesas que se dispusieron en el salón principal del club.
En el transcurso de la tarde se jugaron las rondas del bingo, y hubo más de 50 ganadores que recibieron sus bolsas con sus regalos. La señora Clement Pernía fue una de las ganadoras y aseguró sentirse muy emocionada con participar en la actividad.
“Es primera vez que vengo a colaborar con esta causa y no esperaba ganar; gracias a Dios pude ganarme alguito”, comentó la señora entre risas.
Entre rondas, un DJ se encargó de colocar música bailable con la que grandes y pequeños se distrajeron.
En el estacionamiento se dispusieron varios locales en los que se podían comprar con efectivo, punto de venta o transferencia. Desde perroscalientes, tortas, arroz chino, sopa y hasta las respectivas “frías” para los que tuviesen mucho calor.
La organizadora del evento, Mariángel Mujica detalló que organizar el bingo fue una ardua labor de tres meses en las que buscaron todos los patrocinantes.
“Nos colaboraron personas naturales, así como empresas privadas porque nuestro lema es ser caritativos y ayudar al prójimo”, precisó con una sonrisa en su rostro.
Mujica recordó que el objetivo del bingo es recaudar fondos para los gastos que tiene el hogar, y que por la crisis económica conseguir comida y medicamentos es complicado.
“Todo esto es por los 106 ángeles que viven en el Pequeño Cottolengo, para comprar comida, medicamentos, pañales, así como también los gastos administrativos del hogar”, agregó. Los colaboradores del evento demostraron estar muy contentos de trabajar en un día tan especial.
“Este es mi primer año colaborando con el Pequeño Cottolengo, al principio fue mi servicio comunitario, pero ya me he convertido en colaboradora permanente y eso me llena”, declaró Leonela Cordero, quien era una de las anfitrionas.