José Miguel Najul| LA PRENSA.- El grupo denominado Unión Nacional para el Rescate y la Emergencia Social (Unres) ha emprendido una labor de cambio político que se fundamenta en las bases sociales de Venezuela. Esta propuesta tiene como propósito evitar “el estallido social” que evidencian en el panorama.
El dirigente nacional del Movimiento Laborista (ML), Pablo Medina se reunió en Lara con diversos sectores comerciales, productivos, sindicales y demás, y esquematizó las lineas de acción. Medina apunta que el primer paso es convocar a una huelga general en todo el país. Considera que el momento propicio sería justo después del 5 de enero, “momento en el que el Gobierno pretende disolver a la Asamblea Nacional”.
Luego de que la presión social dé, a su juicio, resultados y puedan salir del Gobierno, se convocaría “a una junta cívico-militar, pero con mucha más presencia del sector civil”.
Finalmente, asevera Medina, luego de un proceso de aclimatación, a través del cual ese nuevo Gobierno “tendría que tomar medidas muy duras para Venezuela”, se haría una convocatoria a una Asamblea Nacional Constituyente por medio de la cual pretenden refundar las bases y toda la estructura del Estado.
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Consideran que hay un enorme peligro en dejar el Gobierno en manos del chavismo. Medina apunta que, desde que el presidente Nicolás Maduro llegó al poder Venezuela ha cedido su territorio y su seguridad a extranjeros. Menciona el caso del Esequibo, el Arco Minero y parte del golfo marítimo.