Ana Uzcátegui | LA PRENSA DE LARA.- Mientras se define qué tarifas oficializarán las autoridades del municipio Iribarren para las rutas interurbanas, los transportistas piratas hacen fiesta a las afueras del Terminal Terrestre de Barquisimeto ofreciendo precios en dólares. Un pasaje hacia Caracas ayer en horas del mediodía lo ofertaban en 50 dólares, Valera en el estado Trujillo tenía el mismo precio.
«No se preocupe por las alcabalas porque el chofer del carro es militar, tiene también asegurada la gasolina», expresó un vendedor que ofertaba los puestos en la calle 42 de Barquisimeto. Estas personas también justifican a los viajeros que el precio del pasaje es tan costoso porque lleva incluido el pago que deberán cancelar en cada alcabala que encontrarán en el camino cada vez que militares o policías pidan salvoconducto.
Hacia destinos más cercas la tarifa varía. Viajar de Lara a Valencia cuesta alrededor de 35 dólares, llegar a Guanare en el estado Portuguesa cuesta 10 dólares, e ir hasta Barinas tiene un valor de 15 dólares. Destinos como El Vigía en Mérida tienen un costo no oficial en 60 dólares. «Si viajan dos personas te lo dejo en 100 dólares, tienes que avisar antes de las dos de la tarde porque a esa hora sale el último carro del lugar», mencionaban los vendedores en la lucha por conseguir un cliente.
Los viajes más costosos que ofertan los piratas del terminal son hacia San Cristóbal en Táchira, que ayer se ubicaba en autobús en 120 dólares por pasajero, también hacia Maracaibo con un precio de 70 dólares. Ambos destinos son los más demandados por los venezolanos que buscan desesperados huir de la crisis económica del país a través de la frontera colombiana.
«Irse con piratas es un riesgo, porque no hay garantías de nada, la otra vez viajé a Maracay y el carrito por puesto se quedó accidentado en la carretera, contó Johan Sánchez, comerciante.
Aunque los piratas del terminal están a la vista de funcionarios militares y policías que supervisan el control de combustible en la estación de servicio del lugar, laboran sin mayores restricciones. Las unidades viajan full de pasajeros sin cumplir las normas mínimas de bioseguridad para prevenir contagios de coronavirus. En ocasiones los choferes cobran montos adicionales por el número de maletas que lleve el pasajero.