Roselis de Leca | LA PRENSA.- Luego de ser la alternativa más viable para los padres que trabajan, el transporte escolar se ha convertido en un lujo que no pueden pagar. Prestadores del servicio aseguran que la disminución de contrataciones es cada vez mayor.
“De cuarenta niños que tenía el año pasado en doble turno, actualmente, apenas me quedan 12”, dijo con resignación el señor Ricardo Véliz quien utiliza su carro Century tipo ranchera, para trasladar tanto a niños de primaria como adolescentes de secundaria, desde el colegio Ilustre Americano hasta sus hogares, de lunes a viernes al mediodía.
El chofer señala que aunque se debería cobrar más de Bs. 500 mil por mensualidad, debido a los altos costos de los insumos y repuestos vehiculares, serían menos los representantes que podrían cubrirlo, por lo que Wilmary Colmenárez, quien también realiza transporte escolar en Barquisimeto, indica que los precios rondan entre Bs. 150 mil y Bs. 220 mil mensuales dependiendo de la zona que donde vivan los chamitos. Ella también comentó que tuvo una baja de tres niños en menos de un año por el aumento.
Transportistas advierten que reciben clientes que residan dentro de la zona que ya abarcan, que son centro- oeste o centro-este, por lo que no prestan el servicio a sectores más lejanos como Cabudare, “si nos ponemos a echarnos esos viajes lejos, acabamos más rápido los carros”, dijo Véliz.
Ambos concuerdan en intentar mantener la prestación del servicio aunque no dé, advierten que prestaran el servicio hasta que los carros aguanten.
Por su parte los padres señalan hacer el sacrificio de ir a llevar y buscar a sus hijos para ahorrarse el gasto de un transporte escolar, puesto que sus ingresos están destinados a otras prioridades, “a duras nos alcanza el salario para comer, medio movilizarnos y tener algo para alguna emergencia de salud”, cuenta Nezarith Méndez quien es comerciante y dejó una entrega de mercancía pendiente, para poder retirar a su dos hijos del Colegio Juan Bosco.