Daniela Valladares | LA PRENSA.- “Somos personas de la tercera edad que queremos ayudar económicamente en nuestras casas. Vendemos cosas buenas y baratas, pero ahora resulta que nos ponen trabas”, aseguró indignada Serenella Nassisi vendedora de un bazar que se ubica en el centro comercial Las Mercedes de Palavecino y que ahora el consejo comunal le exige la cancelación de Bs. 3 mil para instalarse allí a vender helados y tortas como lo hace desde hace 10 años.
Comenta Nassisi y otros vecinos que el consejo comunal se está valiendo de su figura para sacar provecho. “Se están valiendo del consejo comunal para este atropello, pero resulta que aquí no está activo ni funcionando la organización, nos quieren aplicar un paquete chileno”, dijo Soraida Rivero, quien forma parte de la comunidad y este año pensaba rebuscarse vendiendo ropa y zapatos usados, sin embargo se llevó tremendo chasco cuando descubrió el cobro ilegal que pretenden realizar algunos vecinos de la comunidad a partir de noviembre.
Las vendedoras comentan que a pesar de que el precio del alquiler no es tan alto, la mercancía que venden es bastante económica. Algunas piezas de vestir para dama oscilan desde Bs. 500 hasta 3 mil, por eso todas las ganancias se irían en la cuota mensual por un espacio de 2 por 2 metros, a la intemperie, sin ningún tipo de seguridad.
Fuimos hasta la alcaldía de Palavecino para denunciar esta situación y nos apoyan al 100% ya que ni los dueños del centro comercial están cobrando. Ellos (consejo comunal) no son nadie para hacerlo”, alegó Marys Escalona residente de la comunidad que a pesar de no vender en el bazar, se siente indignada por el abuso que sufren sus vecinas.
Escalona comenta que desde el año pasado quieren implementar esta modalidad, valiéndose en mantenimiento y alumbrado del espacio, pero hasta el sol de hoy continúan esperando por las mejoras.
Nosotras fuimos recuperando el espacio poco a poco, antes se veían hombres ingiriendo bebidas alcohólicas y haciendo sus necesidades biológicas por esta zona, era un desastre”, relató María Soto, refiriendo el impacto positivo que ha generado el bazar en la comunidad.