Ana Uzcátegui | LA PRENSA de Lara.-& ;«El colapso se ha consumado y los venezolanos ya no aguantan la crisis». Es la advertencia que hace José Toro Hardy, economista y exdirector de Pdvsa, quien señala que no hay posibilidad de una recuperación económica con una industria petrolera que se vino a pique. «La única salvación se da a través de la inversión internacional y la reactivación de otros sectores productivos», pero asegura que para que ese escenario sea viable, debe haber confianza en el país y eso no ocurre desde hace 21 años. Destaca que todo cambio económico pasa por un cambio de gobierno.
«Venezuela está inmersa en un círculo vicioso», define al explicar que en el país no existe seguridad jurídica, no hay inversión privada, y la tasa de desempleo va en aumento versus el consumo que va en caída libre. Detalla que esta realidad, hace que para este año se proyecte un mayor número de empresas cerradas. El experto también indica que Nicolás Maduro ya está dando muestras de desespero, al pretender ceder el control de las operaciones de Pdvsa a sus aliados extranjeros.
¿Por qué dice que la economía Venezolana colapsó?
Porque el gobierno acabó con la industria petrolera. Se nos dijo siempre que éramos un país rentista y el presidente Chávez había ofrecido acabar con el rentismo petrolero y lo logró, lo hizo por la vía rápida. Antes el 97% de los dólares que ingresaban al país provenían de Pdvsa, pero ya la industria no aporta dólares porque la producción petrolera se vino abajo estrepitosamente, y la poca que existe se va en pagar deudas con China, Rusia y es desviada hacia Cuba, en consecuencia nada de eso ingresa en recursos al país.
Pero hay un sector que está utilizando sus propios dólares para importar, ¿eso no representa un oxígeno para la economía?
En 20 años se expropiaron más de seis millones de hectáreas agrícolas que antes eran productivas. Se vino abajo la producción de alimentos, en consecuencia había que importarlos y para eso hacían falta dólares. El gobierno terminó diciéndole al sector privado «importen ustedes mismos sus alimentos con sus dólares» haciéndose de la vista gorda con los controles de precios y de cambio. Sí han surgido bodegones repletos de productos importados, pero esa política de importación no contribuye al crecimiento de la economía. Esas inversiones sólo hacen crecer la economía de los países de donde provienen esos alimentos.
¿Hasta dónde puede aguantar el ciudadano de a pie esta crisis?
El venezolano no puede aguantar la crisis, por eso cinco millones se han ido del país, eso lleva a Venezuela a una situación muy triste. Según Encovi, (encuesta que lleva la UCV, la UCAB y la Universidad Simón Bolívar), el 87% de las familias del país viven en pobreza extrema. En este momento Venezuela es el único país del planeta que padece hiperinflación de acuerdo con cifras del Fondo Monetario Internacional, porque los demás países en pobreza registran es una inflación alta. El país lleva seis años consecutivos de contracción económica (reducción drástica de la producción de sus bienes y servicios), ubicándose en casi un 70%, eso es sin precedentes.
¿Estamos ante un escenario de hambruna. Qué se espera para este año?
Yo no me atrevo a calificarlo de hambruna, pero ciertamente en Venezuela hay una crisis humanitaria importante.
¿Hay posibilidad de salir de la hiperinflación este año?
No es posible. Para salir de la hiperinflación lo primero que deben hacer es devolverle la autonomía al Banco Central de Venezuela (BCV), que el gobierno deje de crear dinero inorgánico para financiar el gasto público. Tiene que estimularse la inversión privada, brindar confianza y seguridad jurídica, tiene que pasar de una economía de control a una economía de estímulo, porque se han flexibilizado los controles, pero no se han eliminado, y se necesita buscar aquellos sectores que sean más capaces de aportar crecimiento, entre ellos está el sector petrolero, que ya no puede estar en manos del Estado porque no tiene los recursos para hacer esas inversiones.
¿Puede el gobierno privatizar Pdvsa?
Eso sería una contradicción de todo lo que ha venido diciendo el gobierno en los últimos 21 años, de hecho me da la impresión de que lo que están hablando no es de una privatización sino de una entrega de las operaciones. Recordemos que en Venezuela hay empresas mixtas, en particular las que tienen que ver con Rosneft, Rusia, con ENI S.P.A de Italia y con Repsol de España.
¿Ceder el control de Pdvsa no es rematar la industria petrolera por todas las deudas contraídas?
Ya a Pdvsa la remataron, la industria está destruida, primero está endeudada a niveles nunca antes imaginados, no está pagando sus deudas, no le está pagando a los contratistas, ni a los tenedores de bonos, no está pagando a los surtidores. No es de extrañar, pues, que la empresa se encuentre en este nivel caótico, y de allí que ellos encuentran como una salida llamar a los socios minoritarios privados y decirles «encárguense de las operaciones», porque ya hasta todas las refinerías están paralizadas. Amuay y Cardón que venía produciendo a menos de un 10% de su capacidad cerraron el fin de semana.
Si Amuay y Cardón están paralizadas, ¿qué se puede esperar de la escasez de gasolina y gas doméstico?
Se mantendrá la escasez. En este momento no se está produciendo gasolina en Venezuela, dependemos de tanqueros enviados por Rusia, que cobran un precio por la gasolina por encima del internacional, y que cuando llegan se alivia la situación por dos días y después vuelven las colas. Con respecto al gas su producción también se ha venido a pique, porque el gas que se produce en Venezuela es gas asociado, el que da la presión para que el petróleo suba del subsuelo hasta la superficie, por lo tanto, al caer la producción de petróleo pues evidentemente tampoco se produce gas.
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