María B. Jordán | LA PRENSA de Lara – Los anaqueles de los supermercados están llenos de comida, pero las cuentas bancarias de las personas se quedan cortas ante el alto precio de los artículos. La comida sigue en aumento y cada vez los guaros compran menos, hasta el punto que la carne ya pasó a un segundo plano.
Con lo que tienen disponible hacen lo posible por comprar lo que más consumen. La pasta, arroz y harina son los que salvan la comida. El precio de una harina PAN ya superó los 220 mil bolívares en los supermercados, por eso hay quienes prefieren irse a los chinos de la 21 y la consiguen más barata.
«La comida está muy cara, uno ya no puede ni comprar casi nada», dijo Marisela León, detallando que los pensionados y los que cobran sueldo mínimo son los que más sufren porque con 400 mil bolívares sólo compran dos productos y si buscan en varios sitios donde esté más barato.
Cuando las personas se acercan a los supermercados y ven la harina que supera los 220 mil pegan un grito al cielo. «Eso es lo que uno más come tanto en el desayuno como en la cena y cuando no hay qué almorzar, la arepa también es una salvación», dijo Carmen Suárez.
La señora dijo que la carne tampoco la ve atractiva por el simple hecho de que está muy cara, pues supera los 700 mil bolívares y con la pensión no puede ni comprar medio kilo.
Lo que también se convirtió en un lujo fue la salsa, mayonesa y casi que la mantequilla, pues su precio ronda entre los 450 y 500 mil bolívares, dependiendo el lugar donde los busque.
Las personas siguen apostando por el arroz en 145 mil bolívares y la pasta en 220 mil bolívares porque es lo que más pueden rendir para una familia y lo pueden acompañar con cualquier cosa.
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