Osman Rojas | LA PRENSA.- Es la tierra donde nació, donde se hizo famosa, pero donde muy poco se encuentra. En las calles de El Tocuyo es muy raro que se vea a una persona o comercio vendiendo la tradicional acemita. Kioscos que hasta hace seis meses se dedicaban a comercializar el pan reconocido a nivel nacional ahora venden el pan conocido como “chancletas” (bizcocho duro y dulce), piñitas o canillas. La escasez de materia prima y lo costoso de los insumos (que en su mayoría se consigue a precio bachaqueado) son las razones esgrimidas por los vendedores para justificar la ausencia de las acemitas en Morán.
“Sólo los fines de semana vendemos tunjas aquí”, comenta Miguel Salgado, vendedor de pan en la avenida Fraternidad. Consultado sobre las acemitas el hombre asegura que en los 10 años que tiene comercializando nunca había visto tanta escasez. “No tener acemitas es como no tener harina pan”, dice.
Nancy Mendoza es reconocida en todo el municipio y el estado por ser la mujer que más produce este pan. La señora relata que en los momentos actuales es muy difícil mantener una producción constante. Según cuenta la señora su panadería (una de las más conocidas en todo el municipio Morán) producía 100 tunjas por día, pero ahora esos 100 panes son elaborados de forma semanal.
“No se consiguen los materiales y así es muy difícil. No tenemos mantequilla y tampoco hay harina en el mercado. Los huevos cuestan un ojo de la cara y lo peor es que cada semana hay que aumentar el precio del producto”, dice con tristeza.
La señora explica que ella despacha panes a los vendedores de El Tocuyo pero siempre se queda corta. “Nos llega la harina de trigo que da el Gobierno nacional, pero esa es para hacer el pan de los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (CLAP) y con eso no nos metemos”, dice.
Manuel Colmenárez, productor artesanal de acemitas, padece el mismo mal de la señora Mendoza. Su negocio sacaba al mercado 80 tunjas diarias, pero en las últimas dos semanas sólo ha podido elaborar 20.
“Hice porque mi hija trajo una caja de margarinas pero si no sería imposible. Ya esta situación no se aguanta y nosotros los panaderos en El Tocuyo estamos haciendo cualquier cosa para sobrevivir”, relata.
La escasez de materia prima en el mercado es sentida con rigurosidad por todos en las calles de El Tocuyo y es que, la tradicional acemita, poco a poco se va convirtiendo en un recuerdo.