William Croes.- Habitantes de Iribarren, El Tocuyo y Quíbor no quieren dejar la recolección de agua para última hora. Desde ayer comenzaron a llenar sus tanques, pipotes y tobos. Se preparan con todos los hierros para la suspensión del servicio durante el fin de semana, mientras Hidrolara cierra los huecos de la tubería del Sistema Alto Tocuyo.
En el oeste de la ciudad, varias familias de la comunidad Ruiz Pineda madrugan para abrir el grifo y aprovechar así sea un hilito de agua para llenar los tanques azules. Los que no tienen, se valen hasta de cualquier pipote, tobo o cuñete de pintura vacío para no quedarse secos durante la suspensión del servicio que es por 48 horas.
“El agua es tan intermitente que uno no puede confiarse y dejarlo para último momento”, expresa Inesa Morillo, una habitante de Ruiz Pineda, quien desde que Hidrolara anunció la restricción se avispó para abastecerse. Comenta que llenó unos cuantos potecitos de cinco litros de más, por si acaso las reparaciones se prolongan.
El plazo que les queda a quienes se abastecen del Sistema Alto Tocuyo es de dos días. Pedro Sánchez, presidente encargado de Hidrolara, detalla que a partir de las 5:00 de la mañana del sábado apagarán los motores de bombeo y esperarán que se vacíe la tubería para que la cuadrilla comience a emprender sus labores.
El equipo técnico no maneja el tamaño de la perforación que tiene la aducción a la altura de Yogore, en el municipio Morán. Prefieren “pecar por exagerados” al momento de apagar los motores. Esto les permitirá trabajar con las tuberías vacías y que la reparación sea más rápida y efectiva.
“Es una aducción que tiene 40 años de uso y el acero está bien corroído”, indica Sánchez, quien señala que se va a encamisar el tramo que presenta el desperfecto, que consiste en adherirle unas láminas de acero, soldarla y así tapar el hueco que les permita recuperar un aproximado de 100 litros por segundo.
Es la primera reparación que se le hace a la aducción en el 2016. El 16 de mayo del 2014, fue la más acontecida y recordada por los barquisimetanos, porque el empalme de la tubería no soportó la presión en durante el periodo de prueba y se alargó unos días más. Es por eso, que desde ya, se han comenzado a pertrechar de agua con antelación.