Leidi Reyes | LA PRENSA DE LARA.- Internet, música, redes sociales y películas son algunas vías en las que los adolescentes tienen fácil acceso a contenidos sexuales, a veces buscado por iniciativa propia y en otras ocasiones es encontrado accidentalmente.
Elaine Mogollón, psicóloga Infanto-Juvenil, señ;ala que los adolescentes en la pubertad ya están expuestos al contenido sexual. Explica que en primera instancia puede ser por la presión social o por lo que le transmitan sus compañ;eros o los jóvenes con mayor edad. «En la pubertad podemos hablar de 11 a 12 añ;os y en la edad en la que consumen alto contenido pornográfico suele ser a los 14 añ;os».
«Los adolescentes desarrollan un modelo de sexualidad que no es real, sino que al contrario es violento y hostil. Esto distorsiona la actividad sexual humana y puede crear estándares o expectativas de lo que es la relación de pareja. En los adolescentes puede desencadenar situaciones de violencia, agresividad, discriminación y prácticas abusivas hacia otras personas. Además, esta sobreestimulación los puede llevar a incurrir en situaciones de riesgo; por ejemplo, pueden ser vulnerables a situaciones abusivas o propensos a asumir un rol de agresor», explica.
Origen
Marco Tulio Mendoza, psiquiatra, detalla que cuando el adulto distorsiona la realidad se modelan conductas que serán replicadas por los más pequeñ;os.
«La sexualidad está distorsionada por la propaganda abusiva en todos los lugares. Los cantantes, artistas o influencers famosos a través de sus mensajes y movimientos tienen una gran capacidad para mandar mensajes eróticos. Es impresionante ver cómo en todas las películas, incluso algunas que son infantiles hay contenido de homosexualidad o lesbianismo como elementos fundamentales de la trama. Y ese no es el problema, el problema está en mostrarlo como conductas normales, cuando no necesariamente es así», dice.
Mendoza insiste en que la hiperexplotación de la sexualidad a través de los medios digitales distorsiona la realidad y lleva a los adolescente a creer que esa práctica les garantizará la felicidad. «Cuando sometes la sexualidad a elementos tecnológicos o audiovisuales estás creando un mundo interno al que puede volverse adicto el adolescente. Después, producto de todo lo que creyó que era real, va a tener problemas fundamentales en la relación de pareja».
Educación
El especialista recalca la necesidad de una educación clara y sencilla que les explique tanto los cambios físicos como emocionales. «Es normal que el adolescente hasta cierto punto busque la compañ;ía de otros amigos para fortalecer su sentido grupal, pero llega un momento en el que desea tener contacto con personas del sexo opuesto y lastimosamente, cuando esto ocurre, la hiperexplotación que ha recibido por medios audiovisuales lo lleva a una exploración genital adelantada y sin conciencia».
Elaine Mogollón, psicóloga clínica, señ;ala que es indispensable que las madres, padres o cuidadores asuman una conversación responsable de la sexualidad, no visto desde lo erótico, sino desde lo amplio que es para que aprendan a relacionarse con otras personas, conozcan los límites, el respeto y la importancia del autocuidado.
«Los padres piensan que hablar de esto hace que sus hijos se estimulen y es falso. La información que los padres se niegan a brindarle por pudor, miedo o mito se la brindarán otras personas. Este espacio de educación debe ser empático, real y respetuoso, si los adolescentes tienen una red de apoyo disminuye el riesgo», apuntó.