Osman Rojas | LA PRENSA.- Un letrero pegado en la puerta que dice “cerrado por órdenes del doctor Juan Régulo Carpio López” es lo que recibe a los pacientes que van al servicio de rehabilitación en busca de una prótesis en el Hospital Central.
Sin una razón aparente, el área adjunta a la Misión José Gregorio Hernández fue clausurada dejando a cuatro técnicos sin herramientas para hacer prótesis y viendo a pacientes en el pasillo.
“Aquí ya no encontramos qué hacer. Hace un mes exactamente nos encontramos con las puertas cerradas y aunque hablamos con todo el mundo nadie nos da una respuesta. Fuimos a buscar a Marcial Daza y no supo darnos una solución, hablamos con Ruy Medina y él tampoco aportó una salida”, lamentó Pastor Suárez, uno de los técnicos afectados con el cierre.
El trabajador asegura que el servicio ha dejado de realizar 200 plantillas y 8 prótesis durante el mes de cierre y por eso hace un llamado a la doctora Linda Amaro, viceministra de Salud para que tome cartas en el asunto.
“Nos marginan porque venimos de una misión y por eso no nos quieren en el hospital. Lo que exigimos es que se nos respete el derecho al trabajo y se nos dé la oportunidad de seguir sirviéndole a los enfermos que nos necesitan”, concluyó Suárez.