Los efectos de la sequía han sido los principales causantes de que el Turbio deje de ser un río para convertirse en un riachuelo
Jhonny Pérez | LA PRENSA DE LARA.- Las poblaciones de peces en el río Turbio han bajado considerablemente gracias a los efectos de la sequía, pues muy pocas especies tienen la capacidad de sobrevivir en bajos niveles de agua.
Los efectos de la sequía han sido los principales causantes de que el Turbio deje de ser un río para convertirse en un riachuelo; debido a esto, Carlos Silva, del Instituto de Gestión Ambiental del municipio Iribarren de Lara, detalla que las especies que antes se encontraban allí como el bagre, corroncho y la sardinita desaparecieron en este cauce.
«Al no haber una corriente de agua que permita la reproducción, los peces van disminuyendo su población. Este problema no es sólo de sequía, sino también producto de las aguas contaminadas que caen al río», explicó Silva.
Hoy día, la única especie adaptada a este ecosistema han sido los renacuajos de sapos los existentes en el río Turbio.