María B. Jordán | LA PRENSA DE LARA.- Al entrar a la Universidad Pedagógica Experimental Libertador (UPEL) se pueden ver que algunas zonas están cuidadas y limpias, pero al recorrer los espacios y llegar hasta el segundo y tercer piso se puede notar el evidente deterioro y abandono que atrapa a esta universidad, que en su tiempo fue punta de lanza en la formación de docentes.
Paredes sucias, salones cerrados, pupitres llenos de polvo y hasta telaraña en las paredes dejan ver la indolencia del Gobierno en torno a la calidad educativa. Blanca Terán, presidenta de la Asociación de Profesores de la UPEL (Apropuel), calificó la situación como preocupante, pero también como lamentable, al notar cómo los espacios han venido decayendo con el pasar de los años.
«Todo esto se debe a la insuficiencia presupuestaria y vemos con tristeza cómo está la universidad», dijo Terán. Detalló que solamente por donde «pasa la novia» es que le hacen un cariñito a los pasillos y oficinas que están operativas, porque el presupuesto no alcanza para cubrir toda la universidad.
Algunas puertas de los salones del segundo y tercer piso están cerradas con candados improvisados, mientras que los pasillos se mantienen sin luminaria y los baños están sin agua y sin limpieza. «Las paredes están sucias del excremento de los murciélagos», dijo Iris Villalonga, presidenta de Sindicato de Trabajadores-Asociación de Técnicos y Administrativos (Sintraaeta). Agregó que todo está por el piso y las autoridades no se toman un tiempo para adecuar.