Ana Uzcátegui | LA PRENSA DE LARA.- Con más de siete meses sin laborar, sectores como el turismo y el licorero llegan a la semana de flexibilización 7×7 que decretó el gobierno con el peor balance económico. Aunque consideran que la medida representa oxígeno para las empresas que acataban el cierre temporal, la espera fue devastadora y ocasionó la mayor recesión económica registrada de 2013.
«Se deben ampliar carteras de préstamos para que las empresas de turismo puedan recuperarse en lo que queda de octubre, noviembre y diciembre. Es una de las acciones que solicitamos al gobierno nacional», informó Antonio Morales, presidente de la Cámara de Turismo de Lara, quien precisó que el 95% de los 135 establecimientos entre hoteles y posadas que existen en Iribarren, ya se han adaptado a las medidas de bioseguridad para prevenir contagios de COVID, requisito exigido por el ministro de Turismo, Félix Plasencia.
«Este tiempo nos ha servido para innovarnos, ser creativos y aplicar estrategias de cambio que se concretarán a mediano plazo, porque sabemos que aún no se ha encontrado una cura al virus», resaltó.
Luis Cárdenas, director de la Cámara de la Industria Venezolana de Especies Alcohólicas (Civea), dijo que el sector tan sólo produce al 10% de su capacidad instalada y se vieron afectados, porque aunque el decreto de estado de alarma y cuarentena no establece expresamente la prohibición de la venta de licores, en cada estado autoridades interpretaron la norma de manera restrictiva para los expendedores del servicio, prohibiendo a las licorerías abrir.
«El Estado debe entender que los procesos de destilación, industria, importación, distribución y comercialización de especies alcohólicas son continuos, requerimos que revisen alternativas para que se pueda laborar permanentemente, aunque sea por menores horarios», expresó.
Desde la Cámara de Comercio de Lara, Eldi Montero su presidente, también exhortó al gobierno a eliminar el esquema 7×7. Alega que los contagios se incrementan es en zonas donde no hay control sanitario, como los mercados a cielo abierto, la carrera 21 de Barquisimeto y el transporte público, no en los comercios formalmente establecidos.