Cristina Linárez | LA PRENSA.- Con el precio del kilo de jamón planchado, más de un guaro pierde las esperanza de poder consumirlo en esta Navidad, debido a que este supera los 600 mil bolívares, siendo el sueldo mínimo de 177.507,44 bolívares.
La mayoría de los supermercados grandes y en donde venden exquisiteces, es donde ahora se consigue el jamón planchado. Guaros le pasan por un lado al ver de reojo el precio de escándalo que este posee.
“Es rico y delicioso, pero cariñoso para el bolsillo”, expresaba más de uno. La sorpresa para muchos es que ahora para comprarlo se necesitan más de 3 salarios mensuales, cuando el año anterior este se conseguía en 16.758 bolívares el kilogramo, y en el 2015 costaba sólo 8 mil bolívares.
“En este país al parecer hay que olvidarse de todas las tradiciones y de esos gustos que uno se daba antes, porque ahora ajuro se come, estamos cada vez peor”, expresó molesta Camila Santiago, una señora de 40 años, quien dice que desde octubre comenzó a buscar los alimentos para hacer la cena navideña, pero a estas alturas ya se dio por vencida ante al inflación en los precios.
Por su parte, hay quienes hacen lo posible para no perder la costumbre como es el caso del señor Andrés Fernández, quien sustituirá algunos de los alimentos del plato navideño para este año.
Mi familia sí hará la cena, pero con ensalada, carne y un pan salado. Nos olvidamos de la hallacas, pan de jamón, el pernil y hasta del jamón planchado porque están demasiado caros”, precisó.
Que se pierdan las tradiciones navideñas parece estar más de cerca de lo que parece, ante el precio que hay que pagar para continuarlas.
No lo compran
De diez comercios que fueron visitados por La Prensa, sólo tres tenían a la venta el jamón planchado, cuando antes desde octubre ya se comenzaba a ver en la mayoría de los comercios.
Comerciantes de algunos de negocios dicen que no les ha llegado, mientras otros rechazaron la mercancía por su precio. “Nosotros decidimos no comprarlo porque con un precio tan elevado no se va a vender mucho”, expresó un comerciante de una reconocida panadería del este de la ciudad.