William Croes | LA PRENSA.- El hambre es lo único que nos une a los venezolanos, es lo que aglutina a todos los factores del país; así lo expresa Carlos Navarro, presidente de la central Alianza Sindical Independiente, quien en su visita a la entidad se pronuncia sobre la inflación y la caída del poder adquisitivo de la masa trabajadora venezolana.
Navarro sustenta sus declaraciones en los recientes estudios publicados por el Cendas, en el cual entre julio del 2015 y 2016 la inflación en alimentos fue de 862.8%. Teniendo como referentes el incremento en los precios de los derivados de los cereales (arroz, pasta, pan, arepa) de 2 mil 215 % y en los granos (caraotas, arvejas, lentejas) de mil 438 % en un año.
“El hambre ha tocado a las familias venezolanas, es una realidad que no tiene un carné partidista”, expresa Navarro, quien asegura que la inflación se comió el salario de los trabajadores públicos y privados a un punto en que una familia que devengue dos sueldos mínimos y dos bonos de alimentación sólo le alcanza para alimentarse nueve días al mes.
El representante de la Alianza Sindical Independiente asevera que el nuevo aumento del sueldo a un 50 % y a 8 unidades tributarias del bono de alimentación no es suficiente para aumentar el poder adquisitivo de la masa trabajadora.
“Es un dinero bonificado, que no tiene incidencia en las prestaciones de los trabajadores”.
En referencia al impacto que tendrá el nuevo salario en el bolsillo de los trabajadores es que de cada 3 bolívares que reciben los trabajadores dos no existen porque no van a ningún concepto.
“Es un momento crítico para los venezolanos que con lo que perciben solamente pueden adquirir el 6.6 % de la canasta alimentaria”.
La clase media y la baja que es la que se mantiene en los puestos laborales son quienes han sufrido más las repercusiones de la crisis económica que han desplomado la capacidad de consumo, y ubican a Venezuela como el país de América Latina con el sueldo mínimo más pobre.
Parte de esto se debe a que ha venido en aumento la condición del empleo precario en los que figuran 9 millones de venezolanos que laboran en empresas que no tienen beneficios laborales completos para sus trabajadores o pertenecen a la rama informal o tercerizada.
Como parte de la solución, Navarro cree conveniente la concertación entre todos los factores productivos del país y entablar un gran diálogo. El representante de la Alianza Sindical rechaza los intentos o parapetos de tripartita que ha emprendido el Ejecutivo nacional que solamente se sienta en la mesa con las fuerzas sindicales que tienen su misma corriente ideológica.