José Daniel Sequera | LA PRENSA.- Guaros deben ir hasta a siete ventas de respuestos en el centro de la ciudasd para ver distintos precios y tratar de conseguir lo más “barato”. Algunos dueños de carros tienen sus vehículos estacionados desde hace mucho tiempo, incluso desde al menos dos años. Los cauchos más comunes para carros como Aveo, Optra, Corolla, Spark, Rio y Fiesta son los rin 13, rin 15 y rin 16. Estos tienen un precio que oscila entre 150 y 500 millones de bolívares.
Consultados por La Prensa aseguran que los repuestos y fluidos están tan caros, que conocen personas con dos carros y han tenido que vender uno para comprarle repuestos al que esté menos dañado.
Dueños de carros dicen que para no darle tanta rosca al carro y evitar una posible avería, a veces se van “a pedal” si su destino queda cerca de su casa, dejando el carro solamente para diligencias en zonas alejadas.
Para abaratar costos, personas están comprando aceite de pipa, sin embargo a veces es contraproducente porque los componentes no son de buena calidad.
La dificultad que existe para lograr comprar repuestos “baratos” es el mayor obstáculo que tienen los propietarios de carros. De acuerdo a declaraciones del presidente de la Cámara Importadora y Distribuidora de Repuestos del estado Lara, Elías Bessis, “todos los días los repuestos llegan con precios nuevos”.
“La reposición de inventarios se nos hace muy cuesta arriba porque como ya no se importa, tenemos que comprar en bolívares y cada vez que llegan las cotizaciones, evidentemente no son los mismos precios”, sentencia Bessis.
El también expresidente de Fedecámaras asegura que contando el número de facturaciones al día que tiene una repuestera da a entender que las personas no están comprando repuestos ni fluidos.
“Si una venta de repuestos el año pasado tenía unas 200 facturaciones diarias en promedio, ahora se llega a las 65 o 60 facturaciones, es decir es una disminución de casi 70 por ciento”, especifica.
Bessis afirma que son muy pocos los repuesteros a nivel nacional que tienen acceso a dólares preferenciales pero que en el caso particular de Lara “ninguno tiene ese beneficio”.
Además de la afirmación de Bessis, está el relato de consultados quienes dicen que no sólo encontrar el producto sino que tenga buena calidad. El señor Gustavo Delgado compró una empacadura para su camioneta hace tres semanas para solventar un bote de aceite. Aunque lo arregló, el bote volvió a salir hace una semana.
“El mecánico lo revisó y vio que la empacadura estaba dañada. Tendré que gastar otros 200 millones porque lo compré sin garantía”, admite.