Joelis Sosa | LA PRENSA.- La paz del país, el bienestar de todos y la unión entre hermanos son las peticiones de los devotos de Nuestra Señora del Rosario de Fátima, quienes la mañana de ayer continuaron con la celebración de los 100 años de las apariciones marianas en Portugal de una de las advocaciones de la Virgen María.
“Queremos una Venezuela llena de paz, libre y unida, donde todos podamos convivir. Que el país y sus gobernantes cambien por completo. Con esto logramos que María intercede por nosotros ante el Señor”, expresó Rafael Obadia, Diácono de la parroquia María Auxiliadora, quien explicó que la celebración de ayer se realizó para ganar indulgencia plenaria.
Para ello se inició con la procesión de la Virgen de Fátima dentro de la urbanización Nueva Segovia, durante ella se rezó el Santo Rosario y luego se llegó a la parroquia Nuestra Señora de Fátima donde se realizaron las confesiones con la exposición del Santísimo y luego celebraron la santa misa para pasar a la comunión, donde los devotos ganaron el perdón de los pecados.
En está actividad participaron las parroquias, María Auxiliadora, Sagrado Corazón de Jesús, Santa Teresita del niño Jesús, Claret, Consolación y Nuestra Señora de Fátima, con la presencia de sus sacerdotes y diáconos.
Nelly Camacho, perteneciente a la parroquia Claret, expresó que sus oraciones hacía la virgen eran principalmente por Venezuela, por ello estuvo desde muy temprano en la iglesia para acompañar paso a paso las actividades preparadas y así lograr ganar indulgencia plenaria para la transformación de su corazón, pues a su juicio los cambios deben comenzar por cada persona.
“Un país lleno de amor, que siga adelante sin trabas, donde todos podamos convivir, así quiero a Venezuela”, afirmó Camacho, quien media hora antes de la procesión ya se encontraba en la iglesia.
Otros de los devotos pedía porque los venezolanos que se fueron regresen y porque quienes queden no se vayan. “Es triste ver como nuestros hermanos se estén yendo porque aquí en su país no tienen bienestar, queremos un cambio para evitar esto”, señaló Enrique Carballeira.
La cantidad de personas presentes estuvieron desde la procesión hasta la misa, con fe y amor oraron ante la exposición del Santísimo Sacramento, las lágrimas acompañaron a cada uno de los presente que participaron para ganar indulgencia de los pecados.