Osman Rojas | LA PRENSA.- La polémica en el Pastor Oropeza luego de la foto que mostraba a dos mujeres pariendo en la sala de espera del área ginecobstetricia continúa. Luego de la detención de Lenny Martínez (la mujer encargada de hacer la gráfica), la seguridad en el centro médico ha sido redoblada y hasta el personal, supuestamente, es perseguido a cada paso que dan.
Hay acoso laboral y eso nos indigna. Las autoridades en el Seguro Social están condenando al mensajero, pero se han olvidado del mensaje”, comentó Alberto Domínguez, representante del sindicato de trabajadores de la institución.
La Prensa pudo constatar que luego de la detención de Martínez, la seguridad en el Pastor Oropeza fue reforzada. Ahora mismo, una persona que vaya a solicitar algún medicamento en la farmacia debe anunciarse con un miliciano en la entrada y el funcionario es el encargado de tomar el récipe e ir hasta la droguería. Antes, otro uniformado releva en la entrada.
Las visitas también son controladas en la institución. En cada rincón del centro médico hay personal encargado de vigilar que los visitantes no tomen fotos para divulgar en las redes sociales. Esta estrategia refuerza el sistema de circuito cerrado que hay en el centro médico.
“Los trabajadores no somos los culpables de lo que pasa en el hospital. El Seguro Social también está enfermo y eso es algo que las autoridades deben revisar”, comenta Domínguez.
La fuente asegura que dentro del Seguro Social no hay contraloría interna y que los recursos que llegan se van en empresas que no terminan nunca de hacer el trabajo.
Los aires acondicionados siempre se están dañando y nunca solventan eso. Hay un cafetín que sigue en construcción y que no se termina y como si fuera poco, la emergencia general no ha sido remodelada y hace cuatro años que empezaron”, denuncia el sindicalista.
Los trabajadores han decidido romper el silencio por los atropellos de la institución. La detención de la secretaria del área ginecobstetricia fue la gota que derramó el vaso pues consideran que el hospital busca la manera de tapar un error con otro.
“Al director no lo van a inspeccionar y nadie se pronuncia para ver qué va a pasar con las áreas que están en crisis. El Pastor Oropeza tiene problemas muy parecidos al de los demás hospitales. Nos faltan insumos, médicos y estructuras. Las denuncias que se hacen son para mejorar y ellos (directiva), no entienden eso. Es vergonzoso lo que pasa con el Seguro”, denunció.
El empleado hizo hincapié en el acoso laboral al que están expuestos, pues los empleados no pueden movilizarse de un área a otra sin ser vigilados por algún trabajador de seguridad.