Eva Gómez | LA PRENSA.- Cumplir con la merienda escolar es cada vez más difícil. Preparar un sandwich, una arepa o unas tajadas con queso se ha vuelto cuesta arriba entre los padres larenses quienes se enfrentan a precios especulativos y escasez de rubros de primera necesidad.
Una harina de maíz o de trigo bachaqueada ya alcanza los 150 mil bolívares, un kilo de plátano sobrepasa los 30 mil bolívares, un cartón de huevos está en 410 mil, y ni hablar del queso cuyo precio gira entre 280 y 320 mil bolívares, o los embutidos como mortadela o jamón cuyo kilo va desde 310 hasta 750 mil bolívares.
Sin embargo, padres aseguran que hacen un gran sacrificio de mandar a sus hijos a la escuela con un desayuno medianamente nutritivo y admiten que en su casa tienen reservada una harina de maíz o varios panes exclusivos para la merienda.
El tradicional desayuno de una empanada con jugo o malta quedó en el pasado. Cuando mucho una arepa con un poquito de queso acompañado de jugos elaborados con pulpas de frutas es lo más común en planteles.
Aunque hay padres que confiesan que no todo el tiempo se pueden dar ese lujo. Hay días que sacan el jugo de la lonchera y envían sólo agua.
Una representante, que llevaba a su hija de primaria de la mano, expresó con tristeza que la niña no había llevado merienda a la escuela porque no había conseguido nada barato para comprar.
Saida Barreto, otra madre, dijo que hace enormes esfuerzos para poder cumplir con la merienda de su hija.
El presidente del Colegio de Profesores, Luis Arroyo, ha señalado que los niños han dejado de ir a clases porque sus padres no tienen para pagar comida y transporte.